ZONA CERO

La rabietas de Bety

Roberto Santos
Mientras no halla el camino para recuperar su esencia de izquierda, el PRD ahora asume una postura intolerante y amenazante en contra de los diputados que no siguen sus lineamientos tipo estalinista. Los diputados, si bien pertenecen al PRD, en su papel como representantes populares no debe estar supeditados a los mandatos de su partido. Los legisladores hacen sus funciones en lo que consideran el bien de la comunidad. 

Las decisiones que tomen los diputados en el seno del Congreso, siempre serán controversiales, porque reflejan posturas ideológicas y políticas, en ocasiones radicalmente encontradas con otros personajes de la vida política. 
Lo interesante del caso es que asuman su madurez política decidiendo por sí solos, de acuerdo  a lo que consideren lo más adecuado para sus representados, que son todos los que integran la sociedad guerrerense, sin presiones de ningún tipo: ni partidista ni gubernamental, ni chantajes ni imposiciones.
Mal hace la dirigencia nacional del PRD, en voz de Bety Mojica, de pretender meter a los diputados que no son de su corriente, en camisa de fuerza para restarles voluntad y libre albedrio. 
Solo en los regímenes totalitarios puede ser esto posible, y aunque en México se tengan fuertes rasgos de autoritarismo, las acciones del PRD nacional van más allá, al anunciar que serán castigados de alguna manera por desoír las indicaciones de esa moderna inquisición.
Si ese es el papel que Bety ha escogido, de perseguir a sus compañeros de partido, pronto va a desgastarse y será motivo de chunga entre los diputados, pues nadie la tomaré en serio. Como nadie toma en serio su recalcitrante postura anti gobierno.
Si la secretaria general del PRD nacional, exigía una serie de requisitos, que según ella no cumple Xavier Olea, esas características tampoco no se encuentran en nadie del PRD de la dirigencia nacional, menos en quienes son cabeza del grupo al que pertenece. Es decir, si sus referentes son los Chuchos, grupo al que debe lealtad, Bety no tiene de dónde agarrar una pizca de lo que pide para el fiscal de Guerrero. 
El fiscal nombrado está. Los diputados votaron por él y habrá que esperar que dé resultados para que devuelva la confianza recibida. Aunque más que a los diputados, es a la población de Guerrero a la que se debe a partir de su nombramiento, y pronto se sabrá si los diputados hicieron bien o mal al nombrar a Xavier Olea.
Las rabietas de Bety y de la dirigencia nacional en eso van a quedar: en un inútil desgaste emocional, que en sus compañeros despiertan algunas burlas ante lo jocoso de las amenazas. 

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