LA RUEDA DE LA FORTUNA

Raúl Vera López, el obispo defensor de los derechos humanos en Guerrero.

Por Alfredo Sarabia
Raúl Vera López, obispo de Saltillo, vino a Guerrero por dos días, domingo y lunes recién pasados, en donde realizó actividades que versaron fundamentalmente en lo religioso y los derechos humanos.
En Chilpancingo, ciudad localizada en la Zona Centro del estado y en Tecoanapa, de la región de la Costa Chica; en las misas o mítines que encabezó en ambos lugares, denunció la violencia sangrienta que ha venido realizando el Estado Mexicano, “la cual se ha valido del Ejército, policías y del crimen organizado, para meter miedo y terror”.

En Zócalo de la capital del estado (De acuerdo a la Edición del Sur del pasado lunes 7), el religioso católico y defensor de los derechos humanos (sui géneris) y ante dirigentes sociales y ciudadanos en general, Raúl Vera López, señaló: “en este momento en nuestro país vivimos una estrategia de violencia para el control de la población” y que mientras tanto “están saqueando a nuestro país, con la transformación de nuestra Constitución están dejando las manos libres a las grandes empresas del mundo que quieren hacer de nosotros y de nuestro país, presa de ganancias”.
Asimismo afirmó: …”Dios quiere que esta tierra se construya en la paz y en el bien, y esa situación nos hace a nosotros entender que celebrar nuestra fe no es nada más ir a los templos, celebrar nuestra fe es vivirla en la calle, en los valles, vivirla en la familia, eso es ser cristiano, no es una práctica separada de la vida”… “aquí estamos hablando de la vida, de la vida que queremos encontrar en los desaparecidos. También estamos hablando de la vida que nos puede dar de nuevo la justicia, de la preocupación porque no queden en la impunidad crímenes que se siguen repitiendo”. , “entonces, está claro que lo podemos cambiar a través del pueblo, con un nuevo pacto social, donde el pueblo vuelva a decir sus sentimientos y dictar una nueva Constitución, hemos madurado como país y lo podemos hacer”. Dijo que ha estado trabajando con un grupo de distintos estados para hacer una asamblea constituyente, “en donde nosotros vayamos dictando nuestra propia Constitución y llegar al final como un pueblo que creció maduramente, en su capacidad política y pasemos con un nuevo pacto a formar un nuevo país, esto está caminando, ya llevamos más de año y medio trabajando y podemos hacer esto”.
Habrá que aclarar que el obispo guanajuatense saltó a las grandes ligas de la lucha por, la Justicia, desde que ocupó el vacío dejado por el fallecimiento del obispo de Chiapas, Samuel Ruiz, luego de su estancia en Cd. Altamirano, región de la Tierra Caliente del estado de Guerrero, lugar donde tuve la gran oportunidad de ver oficiar una misa en las instalaciones de la Expo a Vera López, allá por los años de la década de 1990, evento dado brillante y magistralmente, que me dejó muy impresionado por las destrezas observadas en el obispo de marras. Después lo vi en una edición de la revista Proceso, donde aparecía cruzando un arroyo en Chiapas (con los pantalones arremangados hasta las rodillas y el pie de foto resaltaba el color blanco remarcado de su piel descubierta), estado adonde lo había cambiado el Clero como coadjutor del obispo Samuel Ruiz.
A partir de ahí, se empezó a empapar de las precarias condiciones de vida y de justicia de los habitantes chiapanecos y que a la muerte de don Samuel, Vera López tomo la batuta acéfala del obispo fallecido, pero no duró mucho el gusto y nuevamente lo cambiaron de diócesis, lo enviaron al norte del País, a Saltillo, en el estado de Coahuila, donde actualmente oficia y lucha activamente por lo que está convencido: Un País libre de violencia y con Justicia para los de abajo.
Hoy se tiene al obispo Raúl Vera López, como uno de los pilares fundamentales que buscan la consecución de la plena Democracia, algo totalmente impensable hace tres décadas, cuando menos….HASTA PRONTO.

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