MEMORÁNDUM

*** Cada quien a lo que le toca.

Gerardo Ruano Cástulo.
En casa no había comida. Los tiempos eran complicados para la familia. Ante la escasez, el pequeño salió con la esperanza de encontrar algo con que satisfacer el hambre.

Se dirigió al mercado del pueblo, había diferentes mercancías, pero muy poco para comer. Al fondo, vio la luz de esperanza. Se trataba de la panadería. Se acercó con sigilo. Había oportunidad de tomar algunas piezas de pan. Esperó el momento adecuado. Con el mayor cuidado, logró el objetivo.
Todo iba bien, cuando de pronto, fue sujetado por un hombre mayor. Intentó liberarse. El esfuerzo fue en vano. El que lo capturó, le dijo: “Ladronzuelo, te daré una lección.”
Lo llevó hasta su negocio. Tomó un machete y regresó con él a la calle. Entonces gritó a todo pulmón: “He encontrado a éste muchacho robando mi pan. Así, que haré lo que ordenó el maestro Jesús”. “Más vale que vaya sin una mano al cielo, que completo al infierno”, vociferó. Y la gente se arremolinaba expectante.
El panadero colocó la mano del muchacho sobre un tronco, para después elevar el machete. Estaba a punto de completar la obra, cuando se escuchó un golpe seco de un sable sobre el piso. Eso lo detuvo. La gente volteó para darse cuenta que se trataba de Pedro, el pescador.
El discípulo de Jesús dijo en voz alta: “¿Así que vais a cortar la mano del muchacho para que se salve de ir al infierno, puesto que más vale ir mocho al cielo, que entero a los abismos? Entonces, quiero decirte panadero, que tú has sido acusado de adulterio. Aquí traigo el sable, ¿Quién me ayuda a bajarle el pantalón? ¿O deseas ir completo al infierno?”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.) 
Es claro, que antes de erigirse como jueces, debemos dedicarnos a lo que nos toca. A actuar de manera responsable. Creo, que en el caso de Acapulco, la polémica entre el alcalde Evodio Velázquez y el ex alcalde Luis Walton, pone en evidencia las carencias de ambos políticos. De entrada, porque si en verdad existen anomalías, se supone que hay instancias encargadas de revisar las cuentas públicas y de pedir las sanciones a quienes hayan malversado los recursos públicos. En pocas palabras, malgastan el tiempo y las energías en un pleito que a nadie beneficia.
Ahora bien, si lo vemos simplemente por el lado político, no hay duda que Evodio Velázquez, se ha convertido en el referente del PRD en Guerrero. Lo reafirma “el acto magno” para dar a conocer los primeros pasos de su gestión edilicia. El punto es, que tal vez, el pleito con Walton entonces, sea una mera “estrategia de promoción”. Una manera de estar constantemente en los medios.
Si se tratara de una estrategia se entendería. Porque hacia el ámbito estatal no tiene nada que hacer, en donde el Gobernador Héctor Astudillo Flores posee un liderazgo demasiado fuerte y con el que difícilmente lograría competir. En cambio, con Walton, las supuestas anomalías, son un buen pretexto, para buscar erigirse como el alcalde transparente y honesto que ya necesitaba Acapulco. Aja. 
La situación es, que al ser el tanque de oxígeno perredista, los ojos le podrían estar brillando por una senaduría en el 2018. Para eso, habría que pagar operadores políticos, ¿O no? ¿Será  esto, el argumento de quienes aducen que cuenta con una fuerza aérea impresionante? Esa es la cuestión.

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