MEMORÁNDUM

*** Que el agua circule; sino se apesta

Gerardo ruano cástulo.
Algo no estaba bien. Cuando iba por sus hijos a la escuela, al ir en el carro y regresar a verles por el retrovisor, les observaba aburridos. Un tanto, fastidiados. Al día siguiente, llegó por sus hijos a la escuela, pero ahora, había algo diferente. Se escuchaba algo de música en el carro. Su padre, charlaba con ellos, preguntándoles sobre su día. Después unos chistes. Las risas ahora fluían.

De pronto, uno de ellos preguntó: “¿Para dónde vamos papá?”. El señor respondió: “Para la casa”. “¡Pero éste no es el camino a casa!”, exclamó el pequeño. 
“Claro que no es el camino que todos los días usábamos. Es un camino diferente y también nos llevará a casa. ¿Acaso no es más divertido así? ¿Dejando de hacer lo mismo de siempre?”
Entonces les indicó: “La rutina nos impide disfrutar de la vida. Hagamos cosas distintas. Quitémonos el miedo por lo novedoso y los cambios”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Bien se dice que el agua debe de fluir, ya que si se mantiene en el mismo lugar, a los pocos días se apesta. No se puede apostar a cambios positivos o a crecimiento, sin hacer algo distinto a lo que siempre se hace. En cualquier actividad de la vida, simple y sencillamente: la rutina mata.
En el ámbito político, es evidente, que después del descalabro de junio pasado, el PRD tiene la oportunidad de escribir una historia diferente. Los hechos demuestran que les urge apostar por un cambio.
Después de lo ocurrido, los del Sol Azteca cometerían un grave error, si mantienen su misma forma de actuar. Si los mismos de siempre hacen y deshacen. La situación habla, de la necesidad de un liderazgo que pase más tiempo con la gente, que con líderes de la cúpula perredista, con aquellos que han contribuido enormemente en el desplome.
El panorama luce claro, para que el PRD le apueste a un liderazgo que se encuentre plenamente identificado con la gente. De alguien, que de manera constante, guste de estar en el barrio, la colonia o la comunidad. Mejor aún, que tenga dentro de su hoja de servicio, triunfos en elecciones a nivel del territorio.
Por esa razón, los focos alumbran hacia la figura del ex diputado Bernardo Ortega Jiménez, quien precisamente, se ha ganado los espacios públicos de poder, por medio del voto directo de la ciudadanía en la urna. Y el plus de su liderazgo, es que siempre se ha mantenido cerca de sus representados.
No es casual, que en los últimos días, se conozca, en el balance, que diferentes grupos y liderazgos, lo ven con buenos ojos. Creo que su visión de crecer y contribuir en bien del estado, es lo que hoy tiene más impacto, que aquello de ser oposición, por ser oposición.
En suma, el liderazgo de Bernardo Ortega, al seno del PRD, representa la oportunidad de ser y hacer MAS, leal al Movimiento que hoy encabeza, “Movimiento Alternativo Social.
POR CIERTO, EN donde los trabajadores ya se decidieron a hacer algo diferente, es en la sección XXVIII del SUSPEG, luego de votar, de manera contundente, a favor de la planilla verde, encabezada por Natividad Adame Martínez.
El grupo que había ostentado el poder en la sección, perdió las elecciones, desde el momento en que se alejó de las bases. Las urnas, solamente fueron la confirmación del cambio que ya deseaban.
Con anticipación, en éste espacio dijimos, que no sería extraño que Natividad Adame ganara las elecciones. Y lo escribimos así, porque representa los intereses de la base y no de la autoridad, con la que nunca ha vivido romance alguno.
También lucía fuerte, en razón de ser el fundador histórico de la sección. Le duele el mal uso que han dado a las tareas sindicales. Y la otra, cuenta con la experiencia y el empuje para emprender algo distinto. Para sacar de la rutina a esa sección. Del siempre lo mismo.
Creo, efectivamente, que los trabajadores del Ayuntamiento capitalino, votaron a favor de un cambio con rumbo. Ya estaban fastidiados de los mismos. La copiosa votación, habla de la necesidad de un cambio. Y al mismo tiempo, de la gran responsabilidad que hoy adquiere Natividad Adame. Esa es la cuestión.

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