OPINIÓN

Por Víctor Manuel Tello Zapata
De  manera oportuna y sin que signifique una confrontación con el obispo de  Saltillo Raúl Vera López, quien realizó una visita a Chilpancingo y Tecoanapa, el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, afirmó que no comparte, y se deben leer con mucho cuidado, las declaraciones hechas por Vera López en el sentido de que el Gobierno utiliza al Ejército, policía y al crimen organizado, para controlar al pueblo.

Sin duda alguna fue una declaración aventurada del Obispo, que no aporta nada a la posibilidad de encontrar soluciones para la inseguridad grave que padecemos los guerrerenses por la movilización de la delincuencia organizada, que opera en nuestra entidad por ser la principal productora de amapola, no solo de México sino de toda Latinoamérica. El gobierno no necesita controlar al pueblo porque aquí no existe la posibilidad de que surja una guerrilla armada bien organizada.
Afirmar como lo hizo Vera López que nuestras autoridades están coludidas con esas bandas, requiere de aportar pruebas concretas. No es remoto suponer que existen casos donde algún alcalde, diputado o comandante policiaco tienen alguna relación con el narco; pero no todos se ubican en esa posición, mucho menos el propio gobernador del Estado, cuya trayectoria es ampliamente conocida.
El Obispo Raúl Vera López, un personaje respetable desde luego, no encontró eco alguno entre la población católica de Guerrero ni entre las autoridades eclesiásticas de la entidad. Solo las fuerzas radicales y no pocos “lucradores sociales” lo acompañaron en su visita a guerrero. El gobierno del Estado permite la libertad de expresión de esas fuerzas que  se movilizan con todas las facilidades, sin que se les reprima en forma alguna. La desaparición de 41 estudiantes de Ayotzinapa -dos ya fueron identificados por la Universidad de Insbrook-, fue una lamentable confrontación con la delincuencia, pero se sigue investigando su paradero final.
¿CAERÁN CABEZAS?
Debido a cuestiones de agenda, el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores no pudo encabezar el  Homenaje a la Bandera realizado el pasado lunes en palacio de Gobierno. El mandatario estuvo representado por el funcionario más importante de su gabinete: el Secretario de Administración y Finanzas Héctor Apreza Patrón, acompañado por dos colaboradores eméritos de Astudillo: el Sub secretario de Administración Tulio Pérez Calvo, y el Director de Desarrollo de Personal, Jaime Ramírez Solís.
Luego de la ceremonia, los periodistas abordaron a Apreza Patrón, girando como tema principal de la entrevista, los déficits dejados por la administración anterior que encabezó el Doctor Rogelio Ortega Martínez. El Secretario de Finanzas ratificó lo que ya es un rumor popular: que existen muchos desvíos de recursos que ya se investigan mediante las auditorías correspondientes y que si se confirman estos: serán llamados a cuentas los responsables.
Evidentemente, no pocos funcionarios le fallaron al ex Gobernador Ortega Martínez en la confianza que deposito en ellos. Mientras el mandatario andaba bien metido apagando los conflictos políticos, que se daban a granel por la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, algunos de sus funcionarios se dieron vuelo desviando para su provecho propio, los recursos de las dependencias que estaban a su cargo, destacando en este sentido los que se cometieron en las secretarías de Salud y Educación. 
Héctor Apreza Patrón aseguró también que no habrá impunidad por los desvíos de recursos públicos que se están detectando y espera que en poco tiempo se establezcan las irregularidades, para que se proceda a emitir las sanciones correspondientes. Viniendo de un político maduro y responsable, estas declaraciones que coinciden plenamente con las que ha pronunciado el Gobernador Héctor Astudillo, y sin que signifiquen una cacería de brujas, deben ser tomadas en cuenta para que el pueblo conozca que si algún funcionario ratero se dio vuelo en la pasada administración, que pague con cárcel por eso y se le decomise lo que se llevaron en forma ilegal.
COLABORACIÓN PLENA.
El Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña Almazán y el Presidente Municipal de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, firmaron un convenio mediante el cual los egresados de la UAGro podrán realizar su servicio social y la Universidad apoyará al Ayuntamiento con propuestas para elaborar el Plan Municipal de Desarrollo. El evento se realizó en palacio municipal y ambos funcionarios se hicieron respectivos reconocimientos, por la disposición plena para que la relación institucional entre el municipio de Chilpancingo y la UAGro, sea el dispositivo para lograr amplios beneficios que impacten en el mejoramiento social.
BANDERAS DESPLEGADAS.
Sin duda alguna, el Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame sabe más por viejo que por diablo (jejeje). Es el funcionario de la administración estatal presente que tiene mayor experiencia y conocimiento político. Cualquier Gobernador o Presidente de la República quisiera tenerlo en su equipo de colaboradores y por eso Héctor Astudillo actuó en consecuencia. Sin embargo, al inicio del presente Gobierno se le notaba como distraído y ausente de las grandes responsabilidades que depositó en su persona, el jefe del poder ejecutivo.
La realidad es que Florencio Salazar Adame se mantuvo en un sistema de bajo perfil, para que su jefe Astudillo Flores asumiera el control pleno del gobierno y se forjara un carisma político de líder indiscutible, sin que ninguno de sus colaboradores quisiera robarle cámara o caer en un papel protagónico innecesario. Sin embargo, todo llega a su tiempo y el Secretario General de Gobierno comienza a asumir su papel con todas las responsabilidades. De ahora en adelante veremos a un jefe del gabinete político que hará declaraciones y manifiestos, encuentros con grupos sociales, etc., buscando con ello apoyar al Gobernador. Ese es el papel del Secretario General de Gobierno.

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