OPINIÓN

Iguala está de pie

Por  Manuel Tello Zapata

Luego del gran evento ocurrido el miércoles en Iguala, el Presidente municipal Esteban Albarrán Mendoza no podía ocultar su alegría ante el buen resultado de la celebración por el Día de la Bandera y señaló que Iguala está de pie, está de fiesta. “La visita del Presidente Peña Nieto vino a fortalecer moral  y anímicamente a la población”. Albarrán Mendoza aprovechó la presencia de Peña Nieto y del Gobernador Héctor Astudillo Flores, para entregarles diversos planteamientos en materia de obra social, pública y de seguridad.

La alegría popular de ninguna manera es para borrar lo sucedido hace 17 meses cuando era Alcalde José Luis Abarca, trienio donde ocurrieron decenas de crímenes y desaparición de personas. Esos hechos continúan siendo investigados por la PGR y por un grupo de expertos internacionales. Pero Iguala no puede permanecer en un estado de parálisis político y social, la vida debe continuar y lo ideal es que las autoridades y sus aliados logren esclarecer el paradero de los 43 de Ayotzinapa, y de los 400 desparecidos de Iguala.

MOVIMIENTO POLITIZADO.

No le falta razón al Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, cuando asegura que las autoridades católicas de México no autorizaron un encuentro del Papa Francisco con los padres de Ayotzinapa, porque este movimiento está totalmente politizado y muchos que nada tienen que ver en el asunto, tratan de sacar raja del árbol caído. Indicó que como Arzobispo de Chilpancingo y Chilapa no quiere que líderes políticos aprovechen a rio revuelto, la balsa de pescadores.

Aunque en un principio se volcó hacia el movimiento de los 43 todo el apoyo mundial, poco a poco se fue conociendo la realidad de estos hechos y la iglesia católica conoce lo que sucede con aquellos lucradores sociales como Tlachinollan, MPG, CETEG, etc., que agarraron a los desaparecidos como bandera para satisfacer otras demandas, de grupo y personales, para llevar dinero a sus bolsillos y para desprestigiar al gobierno buscando su defenestración, algo que no sucedió porque los mismos expertos internacionales confirmaron que no fue un crimen de estado.

El GIEI dio a conocer el móvil de la masacre ocurrida en Iguala: los estudiantes secuestraron un autobús cargado de droga (goma de opio) que se disponía a partir rumbo a Chicago. Se debe profundizar en el asunto para saber si los jefes de estos jóvenes tenían órdenes de Los Rojos para que se robaran el autobús, o fue una  coincidencia; entre otras cosas, indagar porqué diablos salieron a las seis de la tarde “a botear” en Iguala. Por favor…

La visita del Papa a México fue un duro revés para quienes manipulan a los padres de Ayotzinapa. Y en eso el Obispo Salvador Rangel fue muy claro: “las vidas de esos estudiantes son tan válidas como los 400 desaparecidos que tenemos en Iguala”.

TAPAR EL SOL CON UN DEDO.

Mientras en Iguala se realizaba una gran celebración por el Día de la Bandera, en Acapulco, maestros de la CETEG -unos mil-, realizaron una marcha por el boulevard de las Naciones y bloquearon la vialidad para exigir justicia por la muerte del Profesor Claudio Castillo Peña y de pasadita: la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. 

Los hechos ocurridos hace un año en ese lugar, donde murió un maestro jubilado que sufría parálisis de sus piernas, que se dedicaba en las marchas a gritar en el micrófono las consignas establecidas, siempre a bordo de un vehículo, y que los cetegistas aseguran que murió por los golpes que le dio la policía, se contraponen con la versión que dieron los medios informativos al otro día de los hechos.

Cuando los marchistas se toparon con un retén de la policía federal, el cetegista que conducía un autobús, dirigió este contra los elementos policiacos, que al sentir el peligro, apuntaron con sus armas al sujeto, quien espantado por lo que estaba haciendo, detuvo el autobús y metió reversa para irse a estampar contra el vehículo del Maestro Claudio, quien falleció por el golpe recibido. Los dirigentes de la CETEG saben quién es su compañero que manipuló el autobús. Que digan su nombre y se hará justicia.