TUMBANDO CAÑA

De Marxista-Leninista a Guadalupano confeso

Juan Antelmo García Castro
El otrora líder liberal de la FEUG, ideólogo marxista-leninista, ateo por convicción, romántico revolucionario de café, modesto maestro universitario, enemigo recalcitrante del Estado mexicano, así como del clero rancio y ultra conservador; hoy en día ha dado un sorprendente salto casi casi del Kapital al Kalimán, o mejor dicho al Hank (Juan) Diego, comentándose entre su selectos allegados que en un año (27 de octubre 2014 al 26 de octubre 2015)
sufrió sorprendente transmutación, siendo hoy en día guadalupano confeso pero también uno de los hombres, uno de los miembros de la gran familia universitaria, más ricos de Guerrero, soberbio, déspota y prepotente, irritándose y queriendo asesinar con la mirada a todo aquél bellaco triste mortal paga-impuestos que se jacte de ser su amigo o compa de la izquierda progresista, que lo tutee a él y a su soberana compañera, pues desde que se sacó la lotería sin comprar boleto para tan magno sorteo del dedazo gubernamental, ahora son -para todos los igualados o irreverentes plebeyos- el señor doctor y la señora doctora. Me refiero obviamente a su ilustrísima el Doctor Don Salvador Rogelio Ortega y Martínez, ante quien me inclino humilde y fervorosamente, despojándome además en plena Semana Santa de todo ropaje de Judas Iscariote, por ser el elegido en estas indómitas tierras del Sur de la Virgen digna, majestuosa y milagrosa, madre nuestra, Santa María de Guadalupe, para convertirlo durante el maravilloso periodo 2014-2015 en el misionero de la armonía, la paz y el desarrollo de Guerrero. ¡Bendito seas San Chavita, por haber dejado un Guerrero saqueado y en paz…pero en la paz de los sepulcros! Amén.
ACAPULCO, CASI EL PARAÍSO QUE TIENE GOBERNABILIDAD
Y hablando de milagros e hijos de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, el señor presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, no se quiso quedar atrás y también arropado por el Arzobispo porteño, Carlos Garfias Merlos, manifestó que –no obstante los imparables y cada vez más alarmantes hechos violentos- “Acapulco tiene gobernabilidad”, convocando a la población acapulqueña a cerrar filas pues, según él, “la seguridad no nada más es responsabilidad de la policía, del Ejército o de la Gendarmería”, sino también de la ciudadanía, a la que seguramente Evodio Velázquez armará literalmente hasta los dientes para auto-defenderse de la delincuencia que asola implacablemente al puerto bello…Pero mientras el alcalde hace cuentas alegres pretendiendo engañar a propios y extraños que Acapulco es casi el paraíso en donde la inseguridad es peccata minuta, sus ex compañeritos de aventuras electorales como Rubén Figueroa Smutny lo balconean y –para variar- destapan la Caja de Pandora, por no decir la cloaca en la Administración Velázquez Aguirre, acusándolo de “entregar posiciones en el Ayuntamiento a la delincuencia organizada y de proteger a uno de estos grupos. 
“Evodio vendió la plaza de Acapulco a la delincuencia organizada. Prefirió $ para él en lugar de dar orden y paz a los acapulqueños. Por qué?”, cuestionó en sus delicadas aseveraciones vía Facebook Figueroa Smutny a Evodio Velázquez, la semana pasada…Por otra parte y en la misma dirección de la inseguridad y la cruenta violencia que ahoga a Acapulco, la diputada del Partido Movimiento Ciudadano, Magdalena Camacho Díaz, criticó el aumento de muertes violentas en Acapulco, considerando que la ola de violencia es señal que el programa de seguridad implementado por el Ayuntamiento de Acapulco simple y llanamente “no sirve”. ¿Será?.

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