ZONA CERO

*Exediles de Coyuca de Catalán
*Erika Alcaraz, “sola con su soledad”

Roberto Santos
Se ha vuelto costumbre  para ciertos políticos llegar al cargo y aprovechar el puesto al máximo para allegarse las mayores ganancias posibles. El peor ejemplo lo puso Ángel Aguirre y sus funcionarios, y después fue Rogelio Ortega, quien tampoco tuvo empacho en manejar los recursos públicos de manera personal. 

 Pero quienes de plano se han saltado las trancas son el ex ache cuerpo edilicio del también ache municipio de Coyuca de Catalán, quienes sorprenden por la falta de escrúpulos y vergüenza, porque  tanto exregidores y el exsíndico del ayuntamiento de este ayuntamiento, pretenden sangrar a lo más que se pueda las arcas públicas.
Sucede que no conformes con haber cobrado por tres años de gobierno, este equipo del anterior trienio municipal, queriendo sorprender al actual presidente, han presentado una demanda en su contra porque exigen que les pague lo que supuestamente el anterior presidente municipal no les cubrió.
Es decir, los ahora ex regidores Marcelino Borja Valdovinos, Adela Sánchez Avellaneda, Leonel Echeverría Pineda, Deyane Medrano Palacios, Hilario Bailón Baltazar, y Marisol Bailón Pérez, así como el ex síndico municipal, Lucio Gómez Serrato, exigen que el gobierno municipal les pague una supuesta larga lista de adeudos, argumentando que el entonces alcalde, Rey Hilario Serrano, les retuvo sus salarios desde la primera quincena de junio del 2015, todo por cuestiones meramente políticas y por mala onda del alcalde, desde salarios, bonos, primas vacacionales, gastos de gestoría y de representación. 
Sin embargo, en el municipio se sabe que esta demanda no tiene tanto sustento porque durante el trienio anterior cobraron religiosamente su salario; además resulta rara esta acción, pues nadie explica porque después de que finalizó el trienio, es cuando se les ocurrió exigir esos pagos cuando debieron pedir al presidente anterior, y demandar de inmediato. 
Los siete ex ediles argumentan que Rey Hilario les retuvo de manera ilegal sus percepciones que por ley les correspondían, lo cual resulta raro, como ya dijimos, y porque parece no tener sustento alguno, pues es difícil creer que hubiesen  soportado trabajar durante tanto tiempo sin salario ni apoyos económicos. Se sabe que los ediles gozaban de todas las prestaciones habidas y por haber, en razón de que formaban parte del gobierno, por lo que existe un contrasentido ese actuar legal y que solo lo explica la ambición y el deseo de lastimar las finanzas del ayuntamiento.
De acuerdo a informaciones obtenidas, cada regidor de la pasada administración percibía un salario quincenal de 14 mil 453 pesos, más 17 mil 195 por bono y estímulos, 160 mil por gestoría, y un bono anual de 4180 mil pesos. Los ingresos del síndico eran de 19 mil 663 pesos quincenales, y un bono anual de 180 mil, más los mismos ingresos que percibían los regidores.
Pero como eso se acabó y son poco tolerantes a la frustración por falta de salario, se les ocurrió la genial idea de exigir a las autoridades ministeriales que descuenten al municipio de Coyuca de Catalán, el supuesto adeudo existente, por cada funcionario público. 
En su loca cabecita, los adeudos son por la cantidad siguiente: un bono por 17 mil 195 pesos, en razón del 10 por ciento mensual, en base de su salario, gastos de gestoría por 160 mil, y un bono anual de 180 mil pesos. 
Pero eso no es todo, porque los regidores, cual si su municipio fuera del primer mundo, solicitan percepciones extraordinarias como bono y estímulo por 11 mil 561 pesos, más otros 40 mil a razón de 5 mil por gastos de la comisión que representaron, gastos de garantía por 80 mil en razón de 10 mil pesos por todo el año, y bono anual de 150 mil que se les debió de haber otorgado en el 2015.
Terriblemente esas son las acciones de los exediles, quienes si así hubieran trabajado, otro gallo le cantaría al municipio. Esos son los regidores y el síndico. Ojalá que al ex presidente municipal no se le ocurra armar arguende por la misma razón, porque entonces sí, torcerá el rabo la marrana. 
SOLA CON SU SOLEDAD. Como la tal Marisela, es como va a quedar la diputada Erika Alcaraz Sosa, quien neciamente se opone a la aprobación de la Nueva Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Guerrero, que abre la posibilidad legal de que el rector pueda reelegirse, así como directores de las unidades escolares. 
La iniciativa de ley es resultado de un consenso de los universitarios y no cabe que ni la diputada Erika ni el exdiputado Bernardo Ortega se opongan, pues es como intentar violentar la autonomía universitaria, aunque la voz del exdiputado oriundo de Tlanicuilulco,  carece de sentido y de representatividad. Olvida que ya no es diputado y su opinión es como la de cualquier hijo de vecino.
Además, esta nueva Ley Orgánica de la UAG, es producto de una serie de discusiones al seno de la misma, lo que recoge opiniones de los universitarios, y se adecua a los tiempos políticos actuales, donde los representantes populares cuentan con la posibilidad de reelegirse. Ya se puede reelegir el presidente municipal, el diputado local, el diputado federal, etc. Por eso esta ley solo es la adecuación a los tiempos políticos del momento histórico. 
Y nada está en automático, el rector deberá realizar un buen desempeño como tal, para poder crear las condiciones óptimas para poder reelegirse. 

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