EL FILÓSOFO DE GÜEMEZ

DEBATE EN VERACRUZ

Por Ramón Durón Ruiz
Hace muy bien a la salud de nuestras instituciones el Debate Político; que es una exigencia política-moral, un saludable ejercicio democrático, en donde no cabe la intolerancia, ni la estrechez de mente, es el triunfo del sentido común sobre el odio y el rencor, es una actividad en donde los hechos derrumban a la palabra, donde se desnuda a la doble moral, en la que uno habla de honestidad y no la practica; es la manera más simple de mostrar al desnudo a quienes desean gobernar. 

Los Debates Políticos electorales, transmitidos en vivo por los medios de comunicación entre candidatos, iniciaron en 1960 en los Estados Unidos, entre Nixon y Kennedy. En México en el 2000 se llevó a cabo el primer Debate entre candidatos a la Presidencia de la República, participaron: Vicente Fox Quesada, Francisco Labastida Ochoa, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Gilberto Rincón Gallardo, Porfirio Muñoz Ledo y Manuel Camacho Solís.
Los Debates constituyen un evento clave en toda campaña política-electoral; cumplen la función de invitar a la deliberación, a ver al candidato sin la parafernalia partidista, frente a frente, para conocer su talento e inmediatez, a la vez que su información y formación política y estrategias de campaña.
En el Debate cada candidato presenta su proyecto de Estado; defiende, a la vez que rebate, la postura de los oponentes; generalmente en los Debates, prevalece la campaña negra, que busca cambiar la opinión ciudadana a su favor. La fuerza del Debate es tal, que hay candidatos que ganan el Debate, pero deben cuidar el post-Debate.
Al primer Debate formal por la gubernatura en Veracruz, organizado por la televisora Olmeca TV, con una duración de dos horas, acudieron seis candidatos: Héctor Yunes Landa (PRI, Verde y Panal), Miguel Ángel Yunes Linares (PAN-PRD), Alba Leonila Méndez Herrera (PT), Armando Méndez de la Luz (MC), Víctor Alejandro ‘Pipo’ Vázquez Cuevas (PES), Juan Bueno Torio (Independiente), solamente faltó el candidato de Morena: Cuitláhuac García Jiménez.
En el Debate, Héctor Yunes fue el candidato más convincente, consolidó la imagen de un político carismático, talentoso, que sabe a dónde va; con sus propuestas contundentes reforzó su posición de liderazgo ante el electorado; expuso puntualmente sus proyectos en materia de empleo, desarrollo social, economía, seguridad y justicia.
Héctor Yunes Landa, con un conocimiento claro de los temas, rebasó las expectativas, dejó claro que es un candidato con moral y ética, con visión de gran calado, con altura de miras, con una perspectiva clara de jefe de Estado; para cada problema tiene propuestas claras, plantea soluciones, no problemas, porque sabe que el conflicto no entusiasma al electorado.
Cautivó el estilo de Héctor Yunes Landa: sencillo, educado, lleno de valores y principios; un político con propuestas y sin dobleces, que llama a las cosas como son, que con argumentos exhibe la verdad, que denuncia la falsedad, que piensa en la herencia ética-política que habrán de legar a las próximas generaciones.
Héctor Yunes Landa, demostró que la primera tarea de un político es gobernarse a sí mismo, ser un hombre honorable −sin doble moral−, de palabra, con manos limpias, que trabaje por un Veracruz para todos, que rescate el sentido de vialidad de la política.
La política se deforma cuando se vive en la frivolidad; cuando hay ausencia de principios y valores; cuando se llega a servirse y no a servir; cuando no se defiende, ni se piensa y mucho menos se trabaja en favor de los miles de pobres, que saben que la política no ha dado resultados en el combate a la pobreza extrema, en la generación de empleos, en la impunidad y en la seguridad. 
Las encuestas en torno a éste ejercicio democrático, coincidieron en que Héctor Yunes Landa, es la mejor opción para llevar a cabo un cambio profundo en el Veracruz que todos queremos, para gobernar de manera responsable.
Héctor Yunes Landa sale fortalecido del Debate, por sus propuestas claras y argumentos sólidos, además de ser el ganador…liderea las preferencias electorales.
El Filósofo de Güémez, después del Debate, quedó exhausto, meditabundo, absorto, pensativo, taciturno, reflexivo, abstraído, ensimismado, reconcentrado, a grado tal que sólo alcanzo a decirte querido lector: 
“Los candidatos a Diputa’os, son como los camarones, con uno que salga bueno… ¡YA ‘INGAMOS!”

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