Entre Rosas y Espinas

Por el Trotamundos Ya una semana y parece que fue ayer, perdón estimados y finos lectores, los que quieran seguir bien y los que no, pues también jejeje es que como en todas partes se cuecen habas, aquí no es la excepción. Pero claro, perdón que mal educado, Buenos días!!! Disculpen mis improperios vertidos con tanta saña y sin medida al inicio de mi redacción tan burda,,,,, ya jejeje dejare esa cursilería que solo es para los letrados más que nosotros la gente humilde.

Escuchaba un audio libro en donde hablaba precisamente de lo que hacemos en este espacio y en general, en los medios, si, la comunicación y decían que el arte de comunicar, tiene que ser, simple, concreto y lo más corto posible, para que ustedes lectores capten lo que alguien como yo o cualquiera que se atreve a escribir, aproveche y se entere, entre muchas otras cosas. Esto es importante, imagínense que a esta altura de mi columna, no le aportara nada o cuando menos distracción, pues no tendría ningún chiste, desperdiciaría este espacio para alguien más que si tenga ese don o practica. Recordando he tocado diversos aspectos y todo, pero me acorde que no he!!!!!!!!! Si !!!!!!! No he contado algún chiste o historia y menos algo mezclado, por lo tanto ya que me acorde, déjenme y les digo una de tantas tonterías que se me ocurren y que no tienen otro interés más que el de alejarlo de la realidad un rato, porque debemos aceptarla y además cambiarla. Esto que les diré, no sé si haya sido cierto, según yo se me ocurrió un día que estaba más crudo que una papa cortada tierna (quien sabe que sea eso, pero se oye crudísimo). Hubo un tiempo en que los camiones que circulan por la Costa Grande, hacían o hasta la fecha intermedios para comer o algo en la ciudad de Tecpán de Galeana (saludos tecpanecos, ya saben los quiero), pero espero no se sientan mal por esto que aseguran ocurrió. Esas señoras que se ganan el pan con el sudor de su frente (y de todo el cuerpo), no utilizaban plástico para cubrir sus productos, llámese frutas, arroz con leche, tortas y enchiladas, sobre todo, esto último. Una de estas empresarias y claro que lo son, pues invierten una cantidad de dinero en su negocio y comercializan sus productos, aunque no es mucho lo que mueven, económicamente hablando, pero son unas comerciantes y ténganles respeto. Un camión se detuvo y lógicamente las mujeres en su mayoría corrían en aquellos tiempos, por las ventanas ofreciendo sus productos; pero sucedió que venía un pasajero, sufriendo los estragos de la “cruda” realidad y pues ya le andaba por echar un “guacarazo”. De pronto y sin que se lo propusiera, una de nuestras mujeres luchonas como muchas en la Costa Grande, se acercaba gritando ¡!enchiladas, enchiladas verdes!! Y paso justo cuando aquel sujeto, ya no pudo más y ¡zas! Si, se vomito sobre las enchiladas. La pobre mujer, vio lo que le habían hecho a su producto, rebozaban, brillaban al sol, por lo que le había caído de aquel borracho (como yo), la fémina, encontró rápido la solución y empezó a gritar ¡¡!!¡enchiladas gratinadas!!!! Esto quiere decir que a grandes males grandes remedios, por eso ahora todas las mujeres tienen sus productos en bolsas de plástico para evitar volver a vender ¡enchiladas gratinadas! Jajajajaja Ya Chon; ya termine, no tenía nada que escribir y me acorde de un chiste, le borras esto último no se vayan a enterar mis lectores que andaba destanteado, por favor te encargo jejejeje