MEMORÁNDUM

*** ¿Quién es responsable?

Gerardo Ruano Cástulo
La situación del mundo era terrible. Por tanto, Dios pensaba en dar fin a la humanidad. Sin embargo, por su inmensa bondad, decidió dar una oportunidad más. Pero, para esto, mandó llamar a los grandes líderes políticos, sociales y económicos, para que le dieran una razón, por la cual no debía pasar el ángel exterminador por la tierra.

Uno a uno pasaron los líderes y comenzaron a culpar a sus adversarios de la situación. Hubo quien propuso a Dios: “Si nos ayudas a terminar con esa parte de la humanidad, ya todo queda resuelto”.
Dios escuchó pacientemente y al terminar de escucharles dijo: “señores. Está decidido. No enviaré al ángel exterminador”. Los líderes sonrieron al saber de la decisión, diciendo hacia sus adentros: “Logramos convencer a Dios”. Más el creador sentenció: “Es que ustedes, ya están haciendo el trabajo del ángel exterminador”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Efectivamente, no ha tenido que pasar el ángel exterminador, para que hoy tengamos un escenario de muerte. No ha tenido que pasar el ángel exterminador, para que suframos de hambre, abusos, injusticias, maltratos, violación a las garantías, entre otras tantas cosas, como la indiferencia, mediocridad y conformismo.
Existen muchas quejas sobre el escenario actual. Se reparten culpas entre los diferentes actores políticos, sociales y económicos. Y al final de cuentas, todos, en mayor o menor parte, le estamos haciendo la chamba al ángel exterminador. Creo que ese emisario de Dios hoy está de vacaciones. Por alguna razón, alguien escribió: “Pido a Dios, que el ser humano nunca llegue a otros planetas, porque será su fin”.
Entiendo perfectamente, que existen muchas asignaturas pendientes. Por ejemplo, la capital del estado tiene un enorme número de situaciones por atender y resolver. No todas corresponden al presidente municipal. Tal vez es una salida fácil asignarle todas las culpas, más una muestra sencilla es, de que muchos exigen el agua entubada y pocos son los que la pagan.
Creo que a Marco Antonio Leyva Mena, Presidente Municipal de Chilpancingo, le ha tocado gobernar en el momento más álgido a la capital. Cuando la crisis económica ha hecho mella. Cuando la inseguridad tiene muy golpeada a la gente. Cuando el agua es más difícil de llevar a todas las colonias. Cuando han crecido vicios como el influyentismo y la anarquía. 
Queremos que infraccionen a los otros, pero no a mí. Queremos que alineen los negocios de unos, pero el mío no. Queremos que el agua llegue a mi domicilio, sin importar si llega a los demás. Más en medio de todo eso, el alcalde envía señales de apostar por un cambio de mentalidad en la ciudadanía. Por eso, el fin de semana estuvo, junto a su equipo en la colonia las Joyas, encabezando la brigada de trabajo comunitario. Por eso, dos días antes, estuvo en la colonia el Huajal, realizando desde las siete de la mañana, la tradicional audiencia pública.
El festival del pozole y el mezcal es una muestra de que la industria de los alimentos confía en la buena voluntad del alcalde Marco Leyva. Así también lo han manifestado diferentes organizaciones sociales y grupos de la sociedad civil. Que esperan, seguramente, más resultados con el compromiso con la transparencia y la próxima puesta en marcha del mando único policial.
Sí. Es cierto. Chilpancingo atraviesa por una situación difícil. La capital ha crecido y con ello las tareas pendientes por atender y resolver. Pero, no ha sido Marco Leyva quien ha llevado el barco hasta ese punto. Todos hemos contribuido en alguna forma. 
Solamente lleva seis meses en el encargo. Y recordar que recibió un municipio ya colapsado. Hay mucha tarea por delante para todos. ¿O queremos hacer la chamba del ángel exterminador? Esa es la cuestión.

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