MEMORÁNDUM

*** Hemos perdido la confianza en nosotros.

Gerardo Ruano Cástulo
Era la premier de una película muy elogiada por los críticos. La fila para ingresar a la sala, estaba larguísima. En eso que llega una de las celebridades de mayor impacto en el mundo del cine. Todos se comenzaron a abrir, haciéndole una valla para que pasara y aprovechar para saludarle.

Iba sonriente entre la gente, hasta que llegó a la puerta de acceso, donde se encontraba un niño formado, quien se le puso enfrente, cuestionando: “¿Por qué tiene que entrar usted antes, si nosotros llegamos primero y tenemos tiempo aquí?”.
La celebridad no esperaba algo así. Volteó a ver a los papás, para propiciar que ellos mitigaran la situación con el niño, más no encontró eco. Recorrió con la vista lo largo de la fila, para después decir: “Tiene razón el pequeño. Ustedes llegaron primero, son los primeros en entrar”.
Después pidió a los padres, le permitieran una foto con el pequeño, a lo cual accedieron. Al estar más cerca del niño, le dijo: “Me has dado una gran lección. Nadie es más importante que los demás. Todos somos iguales. Y nunca te hagas a un lado de la fila. Todos somos dignos de la felicidad y el éxito. El punto es, que hay muchas personas que todavía no lo saben y que se valoran muy poco”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Uno de los grandes obstáculos que puede tener el ser humano; es creer que no está llamado a la genialidad. Que esa propiedad, es exclusiva de un sector o tipo de personas. Nada más alejado de la realidad. Pensar así, es equivalente a creer que Dios es un timador.
Creo que la autoestima es muy importante. La gente pierde la confianza y vive en desesperación, porque en el fondo, existe una pérdida de la confianza en sí misma. Porque las soluciones, siempre vendrán del interior de cada persona, y en un estado de baja autoestima, se endosan las culpas y responsabilidades hacia el exterior. Todos tienen la culpa, menos uno.
Cuando existe baja autoestima, la mente se contrae. Se cierran las puertas. Se dificulta encontrar respuestas y soluciones. Se teme ir en busca de algo distinto, por temor a perder el mundo mediocre, disfrazado de confort.
En un estado de mente contraída o cerrada, la gente es manipulable. Es víctima de falsos redentores. Es fácil bombardearle desde los medios con campañas que promuevan el conformismo y la ley del menor esfuerzo.
Es fácil ser conducido hacia la aceptación de la corrupción como un estilo de vida. Es sencillo, proponerle un modelo de mente relativa, que evade todas las responsabilidades y justifica las atrocidades.
Es también natural, que los profesores exijan en las calles, lo que no han hecho en las aulas. Que los jóvenes idealicen a los narcotraficantes. Todo eso es parte del mundo de la normalidad en que vivimos.  Y en gran medida, porque se ha perdido la confianza en uno mismo. La mente se ha contraído. Es ahí, en donde está el campo para sembrar.  
EN OTRO TEMA; magnífica la designación de Víctor Hugo Soto Martínez como Delegado del CONAFE en Guerrero. Es así, porque es un joven que ha  venido picando piedra. Ha trabajado durante largos años en el terreno político y cuenta además con experiencia en el terreno público. Mejor aún, Víctor Hugo Soto es un servidor público de campo. Le gusta estar cerca de la gente. Y siempre con su gran calidad humana. Creo, que hará un buen papel en su nueva responsabilidad. Esa es la cuestión.

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