MEMORÁNDUM

*** Crecer; para generar los cambios.

Gerardo Ruano Cástulo
Era un tren muy especial. Se veía impresionante. Cuando el joven llegó, un hombre maduro le recibió. Le dijo: “Bienvenido”. El muchacho sonrió, agradeciendo el gesto. El problema fue, cuando intentó subir al tren. Por más intentos que hacía. No lograba llegar a la escalera de abordaje.

Lo intentó varias veces, ante la mirada tranquila del hombre maduro. Cansado de los intentos, preguntó: “¿Por qué no puedo abordar?”. La respuesta fue simple: “Te hace falta crecer”.
El joven se fue, con la promesa de regresar después, ya que ese tren lo tenía sumamente impactado. Y así fue. A los dos años regresó. Ahí, otra vez el hombre maduro le dio la bienvenida. De nueva cuenta, intentó tomar la escalera de abordaje. Todo fue inútil. No logró el objetivo.
Entonces le dijo al hombre maduro: “Estoy más grande que hace dos años, y la escalera, en lugar de acercarse, parece alejarse más de mí. Y usted me dijo, que necesitaba crecer para poder subir al tren.”
El otro escuchó con paciencia, para luego expresar: “¿Sabes a qué tren deseas abordar?”. El joven movió la cabeza en señal de que no lo sabía. El hombre maduro le indicó: “Es un tren grandioso e imponente, porque es el tren de la sabiduría. Por tanto, no necesitas estatura corporal para subir a él; sino crecer como persona. Ser un mejor ser humano. La única forma de hacer que la escalera baje, es con el crecimiento personal. Solamente así, la sabiduría te abre las puertas”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
Las cosas buenas y grandiosas dejan de llegar a la vida, cuando hemos cerrado los brazos. Cuando la mente se encuentra contraída. Y es que, la única manera de que la sabiduría y otras bendiciones lleguen a nuestra vida, es teniendo la puerta abierta. Para eso se necesita crecer. Se necesita de abrir la mente. Se necesita de abrir los brazos a todo aquello que nos ayudara a ser mejores personas.
Por eso me agrada la dinámica que ha puesto en marcha la Sra. Mercedes Calvo de Astudillo, como Presidenta del DIF Estatal, al dar prioridad a las tareas que impulsen el crecimiento de los trabajadores de la Institución. Y no se trata solamente de hacer más eficiente el trabajo de los empleados. Sino de aportar algo positivo para sus vidas.
En muchos lugares, las conferencias, talleres y charlas para el crecimiento tienen un costo. Se paga por ese servicio. En el DIF Estatal, es magnífico, que los trabajadores reciban ese beneficio, completamente gratuito. Y todo en beneficio de ellos y sus familias.
TAMBIÉN ES bueno ver, que en instituciones educativas, como la secundaria Raymundo Abarca Alarcón, tenga en la maestra Yolanda Osorio Flores, una directora que se interesa por las actividades que fortalezcan en los principios y valores a los alumnos. 
En fortuna, me tocó ver y sentir, que los alumnos están ávidos de éste tipo de acciones. Deseosos de recibir nuevas enseñanzas, que les ayuden en su camino hacia vidas más exitosas. Felicitar a la directora, por esa extraordinaria visión.
NO PODEMOS obviar, que existen instituciones, como la del organismo público que tiene en sus manos el seguro popular, que ante las nuevas disposiciones, hoy ofrece a sus trabajadores, capacitación para actualizarles en el nuevo marco normativo.
Heriberto Huicochea Vázquez, titular del organismo, es conocido por su eficacia en el servicio público. Hoy no es la excepción. Por algo, el Gobernador Héctor Astudillo Flores, le confió esa responsabilidad. 
Para la transformación de tan noble Institución, destinada a proteger a miles de Guerrerenses, en su atención a la salud, se necesitaba de una mano sensible y de una mente abierta para enfrentar los nuevos y grandes desafíos. El seguro popular tiene que crecer, en toda la extensión de la palabra. Y en ese sentido, se imponía la presencia ahí, de alguien a la altura de la circunstancias.
La transformación de esa institución, está en marcha. Esa es la cuestión.

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