MEMORÁNDUM

*** La velocidad de los cambios

Gerardo Ruano Cástulo
Era una cafetería tradicional. Ahí se tomaba un buen café. El ambiente era agradable. Sus muebles de madera al natural, le daban un toque único. El aroma del café de grano enamoraba a la clientela. La música de antaño era otro ingrediente adicional; que salía de un viejo tocadiscos.

Cierto día, el tocadiscos se averió. El dueño lo llevó al técnico, quien le indicó que necesitaba una pieza nueva. Fue en busca de ella, sin lograr el éxito. Se había descontinuado. Era el final del aparato y la música que distinguía a la cafetería.
Triste, tomó el tocadiscos y le llevo a casa. Esa noche no hubo apetito. Mientras su familia cenaba, uno de los nietos preguntó: “¿Qué le pasa al abuelo?”. La abuela respondió: “Está triste, porque no habrá música de la de su época en la cafetería”. 
Entonces, el pequeño dijo: “Ese no es problema”. “¿Por qué?”, preguntaron todos. Enseguida fue por su celular, y le pidió al abuelo el nombre de alguna canción. No muy convencido dio el nombre. Al momento, el niño la buscó, y luego que la encontró, le dio “play” para que la escucharan.
El rostro cambió en el abuelo. El niño le expresó: “Aquí podemos encontrar todas las canciones que quieras abuelo”. Ante eso, el dueño de la cafetería manifestó: “Ya había escuchado, que ante los nuevos tiempos, nuevas alternativas de solución. Hoy veo que lo de ayer, puede ya ser obsoleto hoy. Debemos evolucionar. Mañana habrá buena música en la cafetería”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
Efectivamente, todo está en movimiento. Los cambios se registran a una velocidad impresionante. Lo que ayer fue útil para dar solución a algo, mañana ya no puede ser útil. En ese marco, lo que se estanca fracasa. Lo que no se mueve, como el agua estancada, se apesta.
Todo está en evolución. Por ende, el ser humano debe trabajar en esa ruta. Se sube al tren de los cambios o se queda en medio de la frustración y el fracaso. Creo, que eso es lo que distingue a los personajes de mayor impacto de los últimos años. Su crecimiento y adaptación a la velocidad de los cambios.
Es cierto, que los japoneses dicen que no debes dar peces a las personas, sino enseñarles a pescar. Lo único que habría que agregar, que la pesca debe ser cada vez con mejores métodos y técnicas. Las de ayer, sirvieron ayer; para los desafíos de hoy, se requiere de soluciones de hoy.
La resistencia a los cambios, y en una palabra, a la evolución, es sinónimo de estancamiento. Eso, creo que lo visualizaron quienes fundaron AMDROC, la Asociación Mexicana de Directores de Obras y Corresponsables, porque no bastaba con obtener un título y cédula profesional; sino pasar por un proceso de actualización y certificación constante, a efecto de que los profesionales de la construcción, se adapten precisamente a la velocidad de los cambios.
En medio de muchas resistencias, AMDROC se instaló en Guerrero. Costó mucho esfuerzo, pero al final no había otro camino. Estacarse o ir por el crecimiento. Y a varios años de distancia, es grato saber, que el día de hoy, una de sus fundadoras en la entidad y primera directora de desarrollo urbano de la historia de Chilpancingo, la arquitecta, Irene Jiménez Montiel, asumirá la dirigencia estatal.
Y la toma de protesta, como ejemplo del crecimiento de AMDROC, se hará en Casa Guerrero. Es así, porque es una organización de profesionales que buscan aportar cosas positivas para la entidad. Por eso se preparan y se certifican. Enhorabuena, Arquitecta Irene Jiménez Montiel. 
EN OTRO ÁMBITO, buena labor registra el regidor de planeación del municipio capitalino, Jaime González González. Su presencia en colonias es constante. Se le ve asumiendo con mucho sentido social, los compromisos que tiene con la gente. Aunado a esto, se aprecia que es un político que ha crecido. No es casual, el alto grado de afecto, que le tiene quien hoy es presidenta en el DIF Estatal. Esa es la cuestión.

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