MEMORIA COSTEÑA

El inventario escultórico y muralista de Zihuatanejo 

En  noche de insomnio, envuelto en el manto nocturno costeño, se viene a la mente como torrente pluvial que refresca la memoria, como proyectar turísticamente a Zihuatanejo y asociar esta ilusión al gusto por el arte y la literatura, incluyendo al periodismo; allá por la madrugada, en medio de los sonidos del silencio, recuerdo el conocimiento que tiene el mejor promotor cultural que tiene nuestra hermosa Costa Grande: Jesús Gómez, que a este atributo le adiciona, como receta contra la tristeza y la depresión, su visión “izquierdosa” de los sistemas de producción, sus vivencias populares tanto familiares, institucionales y comunitarias, donde salen a colación sus compadres queridos y una extensa gama de peripecias vivenciales tanto en el magisterio, en la política y en el campo artístico, sobre todo en los terrenos de la escultura y la pintura. 

 Fue cosa de un momento para tomar la decisión; se le llamó por teléfono, a lo que raudo y veloz entre risas y acuerdos nos citó a las ocho de la mañana en su casa para salir a este concierto de colores, formas, tamaños y texturas, que a la postre nos dejó una enorme enseñanza artística y comunitaria. 
 Antes de todo, nos fuimos por una carne de puerco en chile rojo y un platazo de aporreado, respectivamente, con un kilo de tortillas hechas a mano y comal… y por ahí le dimos... media hora después, dejamos en su elocuencia, conocimiento y alegría el desarrollo de esta aventura cultural.
“Órale mi hermano, ahí está “El Cenit”, que es  una de las obras de arte más hermosas de todo nuestro estado  – decía Chucho –  que es de Georgina Gogi Farías y que fue comprada por el Arquitecto Armando Federico, de apellidos muy conocidos para esta población; se localizó en el centro social y fue restaurado con las piezas de bronce que le hacían falta, además de su pintura seleccionada y un “ojo” artístico… ¡Ahí la tienes en todo su esplendor, la piedra hecha maravilla! – remataba, ante nuestra admiración personal y un repentino jalón de puro gusto, en el pecho.

 Vámonos para la entrada al “Lugar de mujeres” – dijo emocionado –  esta escultura es de bronce y nosotros le pusimos la torre petrolera que sostiene con su mano, es una de las piezas mejor acabadas en su ramo –  decía Chucho, refiriéndose a la reproducción fiel de la figura de don Lázaro Cárdenas del Río, el mejor presidente que ha tenido México, que redimió a los indígenas mexicanos, reivindicó al campesinado nacional y dignificó la lucha obrera, allá por los fines de los 30’s y principios de los 40´s  -  que en estos tiempos hasta altares le ponen en Michoacán – remarcaba, haciendo que nos estremeciéramos ante la obra social y política que desplegó nuestro gran Tata. 
 ¡Ve este monumento! Es una verdadera obra de arte llamada “Homenaje a la Mujer Indígena”, y ponlo así, con letras mayúsculas, por lo que representa y expresa… es de María Eugenia Sánchez Cuevas, cariñosamente conocida como “Mena”, también de bronce o conocida también como técnica “a la cera perdida” –  nos dijo, cuando el alma se nos vaciaba de puro gusto y sorpresa, pues vamos descubriendo como se enternecen las actitudes ante estas manifestaciones culturales, producto de la obra humana.
 También aquí está “La Fuente del Sol Naciente”, regalo de los constructores turísticos de Ixtapa del 79, sólo que se dañó con el temblor del 85, y proyectada por el Arquitecto Ramón Mikela Jáuregui… puro fierro, pero con sentido y armado artístico… ¡preciosa! – reafirmaba el ex maestro de secundaria, allá en el viejo Oxtotitlán.
 De ahí pasamos adonde entroncan una de las entradas al puerto con la carretera federal, para extasiarnos con “La Familia” de Eduardo Montiel Rivera, de bronce a la cera... gestionada por el arqui, en su serie dos, nos explicaba nuestro zanca, haciendo que las fibras del corazón se estremecieran ante la belleza de la escultura en referencia y nosotros ya con la emoción a flor de piel.
 Nos fuimos a “Las Sirenas”, frente al Ayuntamiento, que son cementos con ediciones del uno al cuatro – explicaba -  refiriéndose que es la misma pieza reproducida cuatro veces para darle dimensión y belleza, bajo los tonos verdinegros que promocionó don Armando Federico.
 Ya encarrerados y emocionados fuimos a dar al “Paseo de los Héroes”, en la zona céntrica del bellísimo puerto, ya cerquita de la biblioteca central; y ahí nos regocijamos con los bustos, perfiles y murales independentistas y revolucionarios de Cuauhtémoc “El águila que cae”, doña Josefa Ortiz de Domínguez “La Corregidora de Querétaro”, Miguel Hidalgo “El Padre de la Patria”, Benito Juárez “El Benemérito de las Américas”, Venustiano Carranza “El Barón de Cuatro Ciénegas” y mi general Emiliano Zapata “El Atila del Sur”, que como siempre, por su sombrerazo y sus bigotes es inconfundible, hecha de cantera por la familia Gutiérrez y traída por… bueno, ya saben quién...
¡Aaah! El mural precioso de la historia de México que fue pintado por don Luis Arenas Otero, con pasta y yeso. 
 De ahí observamos un “Morelos” afueras de la escuela primaria del mismo nombre, y ya en los muros de la Biblioteca central “Cuauhtémoc”, al mismo personaje, pero en alto relieve de cemento; también “Mestizo” de Carlos Sandoval, que meses más tarde algunos burros ignorantes de dos patas borraron para poner una imagen de calendario ¡como si no existieran otros muros en el puertooo!… otro Cuauhtémoc en pintura y cuadros preciosos con  temas de la Independencia de México y personajes del período revolucionario, de uno de los genios locales, siiii... del mismísimo Crescencio Oregón, héroe de las mil batallas culturales… en vinílica plástica, casi regalados por su autor y casi pagados por el emérito Profesor Francisco Corrales.
¡Váaaamonos rumbo a “La Ropa”, adónde nos espera don Darío Galeana, el benefactor de este puerto, obra promocionada por Jorge Allec Galeana según reza la placa, hecha en bronce por Crescencio Oregón, en 1998.
Y frente a este busto, se nos enterneció el sentimiento y creció el orgullo por el ser más amado en la tierra: la madre, ya que esta representación se llama “En Espera”, y muestra a un hermoso conjunto de mamás “en estado interesante”, como decía mi abuela Eva… madres e hijos en gestación ¿así, no? como lo puede expresar la poesía.      
¡A “Los Delfines”, allá por la primera entrada a la playa La Ropaaa!... que nos trepamos a la plataforma de piedra hasta acariciarlos y ¡ooooh sorpresa! son de fibra de vidrio y si los mueves parecen que van nadando de verdad y es una reproducción del uno al cuatro: preciosos, bellos y majestuosos como buenos representantes del ecosistema marino.
 De una vez pasamos por el Paseo del Pescador, con su magia comunitaria, pleno de follaje, palmas, almendros, bugambilias, parotas y una vista incomparable a la bahía de “Cihuatlán”, que no se cambia por nada… y ahí vamos a la Plaza del Artista que hoy pueblan los pintores, escritores y artesanos azuetenses, y que denotan los paisajes costeños tan hermosos y gratificantes que han sido impresos por Gaby Trejo y el Gitano, quijote del pincel, más una preciosísima histórica de los niños que dirige Marcos Cristóbal, her-mo-sí-si-moooo; y en este momento se encuentran murales alusivos a la vida campirana costeña con sus carretas y bueyes que hace resaltar con magia y color las imaginativas formas de la playa Principal, de punta a punta… todo una feria de colores; a lo largo de este esplendoroso pasaje físico se van diseminando las figuras escultóricas de la mujer guerrerense, de cada una de sus regiones… de esta forma están la acateca con sus hermosísimos rasgos indígenas, la calentana de hermosura incomparable, la serrana de porte majestuoso, la montañesa de preciosa figura y la infaltable mujer costeña con su mítico cuerpo de diosa, adonde se plasman de forma magistral, los atuendos típicos y las figuras esculturales de las mujeres de Guerrero, por lo que aquí si creció el orgullo y el pecho se ensanchó al recordar a mi “Iguala Querida”… ¡Ooooh! Pero divina justicia, pues el reconocimiento es para la obra de Chencho, bajo la promoción de ya saben quién… 
De una vez le seguimos hasta el fondo, adonde se escuchaban los pregones de los hombres de atarraya en el expendio de las mejores y más baratas especies marinas, con robalo, salema, huachinango, curvina, sierras y lo que se acumule… cuya plaza se repite cada amanecer costeño en la antigua y hermosísima playa “Del Puerto”… así llegamos con el “Monumento al Pescador” azuetense, con una escultura sin igual de nuestro gran personaje escultor, que tiene unos rasgos costeños muy hermosos y principalmente de los pescadores de cualquier parte del mundo, tan definidos, tan bellos y con un enorme y sensible sentido artístico… ¡Es nuestro orgullo!... y una escultura de José Azueta, que no, mejor ni gstamos tinta… ámonos…    
 Pasando un tiempo nos fuimos a Ixtapa y, luego luego, de entrada estaba la representación de Fonatur, por medio de una flor elaborada por un entramado de palmeras “borrachas de sol”, como de diez metros de altura, en metal soldado; más adelante, de forma espectacular y preciosa, encontramos a “Zihuatl”, mujer de agua, de “Mena”, promocionada por don Luis García Barragán; ya en el corazón de “el lugar de sales” está “La Sirena”, en arte abstracto, de resina y marmolina, con su clara cola de pez… y en la marina, una exposición equina, con cabezas de caballos terrestres con cuerpos de equinos marinos... con la euforia ya desatada por las anécdotas de Chucho, que eran de todos los colores y sabores.
Y ahí vamos pa´ trás y estando en Zihua pasamos a la escuela “21 de Marzo”, para ver un precioso mural con motivos costeños, único en su tipo, que es un encanto pictórico, con autoría del profe Miguel, que se empeñó en realizar un racimo de murales en cada escuela de la zona escolar número 92. Y de esta manera existen murales con representaciones de la libertad, la igualdad y la democracia en las secundarias “Caritino Maldonado Pérez” del Embalse, en la Eva Sámano, en la Primaria “Vicente Guerrero”, en la secun de Pantla y Coacoyul, etc. de artistas varios.
 De la misma manera encontraremos unos primorosos murales infantiles, realizados por nuestros niños guerrerenses, con delegaciones de sus siete regiones, en la barda perimetral de la escuela de la playa, que soooon un primoooor, con detalles y motivos de sus zonas adonde viven y trazados con una gran sensibilidad infantil… Ya más pa´llá y en la última vuelta, nos fuimos directamente a la sede gubernamental de nuestro municipio, donde Hugo Ayvar registró su nombre para la historia costeña a través del mural histórico de México y que enuncia las actividades propias del varón y de la mujer costeña, más unas vistosas muestras maestras de nuestros héroes nacionales.
 Así, le agradecemos al arquitecto Armando Federico esta proyección cultural para la comunidad costeña, que ha tenido la sensibilidad para promover estas manifestaciones artísticas y que quedan para la eternidad. Y con el alma colmada de emociones y el corazón henchido de felicidad y regocijo, nos congratulamos por haber compartido una hermosa mañana, empapados de arte e inundados de orgullo, por haber sido adoptados por esta bendita tierra, el Zihuatanejo de todos y para todos, el “lugar de mujeres”, tan pródigo y precioso. (Desde el hermoso “lugar de mujeres”. Raúl Román Román. El Indio de Iguala).

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