QUERIDO DIARIO

(Raúl Román Román)
Las consignas de protesta dentro de la lucha social siempre tienen un fondo filosófico, histórico, literario, picaresco y/o comunitario, pero todas tienen y llevan un fondo con grandes verdades que responden a cada agravante por parte del gobierno en turno, que como el actual, como el de Peña, Chong y Nuño, y todavía con términos románticos, se les califica como arbitrarios, arrogantes, soberbios, cerrados, torturantes, hostigantes, represores y asesinos… y aquí se pueden encontrar decenas de consignas que levantan el sentimiento, la rebeldía y la combatividad de los disidentes y protestantes.

 Pero en especial existe una, que ya es histórica y sabia, la que gritan miles de gargantas al responsabilizar a estos gobernantes: “El paro, el paro, es culpa del estado”… y hay una gran carga de razón y exigencia, puesto que una vez que estos gobernantes, amafiados con los diputados y senadores que todavía, ante la contundencia de los hechos, se encuentran mudos, sordos y ciegos, y además, confabulados con todos los medios de comunicación masiva, como lo son televisa y tvazteca, , así con minúsculas aunque su daño social es mayúsculo, verdaderas empresas vendidas al mejor postor, puesto que unos empezaron este gran problema social y educativo, otros lo avalaron sin reflexionar ni debatir, y otros más lo difunden sin miramientos y basados en la hipótesis en que una mentira repetida decenas de veces se convierte en verdad, pues son una verdadera mafia y cáncer de la sociedad.
 Luego entonces, el paro es culpa del estado, pero todas sus consecuencias directas, indirectas, inmediatas y mediatas, las marchas, los bloqueos, las detenciones arbitrarias, las muertes de los que protestan y lo que se vaya acumulando, es culpa del estado.
 Es culpa de Peña, Chong y Nuño, pero también es culpa de los diputados y de las televisoras, de las estaciones de radio y de la prensa vendida lo que está sucediendo, pues aquí no aplica el pasaje bíblico de si te dan en una mejilla ponles la otra, no no no señor, ellos tramaron, con premeditación, alevosía y ventaja la reforma ¿educativa?, más no previeron la reacción de los maestros, y más de los padres de familia que ahora son el fiel de la balanza social, de los intelectuales mexicanos que alzan oportunamente su voz d rebeldía y adhesión hacia los maestros, de los periodistas honestos y comprometidos con la verdad, de grandes masas de ciudadanos que se encuentran igualmente de indignados ante tanta torpeza, cerrazón e intransigencia social, ellos han sostenido su negativa a solucionar este torpe, indignante e inhumano proceso neoliberal, como verdaderos títeres del neoliberalismo cruel y arrasante.
 Así es, los gobernantes federales se empeñan en aplicar despidos, descuentos, ceses, y a través de dos meses no han querido sentarse a conciliar, negociar y solucionar este conflicto, están montados en su berrinche y no saben que salida “digna” tomar.
 Mientras tanto: “El paro, el paro, es culpa del estado”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario