MEMORÁNDUM

*** Dejar de echar basura

Gerardo Ruano Cástulo
Iba el muchacho tomando una soda por el camino. Cuando se la terminó, buscó con la mirada un lugar donde depositar el envase desechable. Al no encontrar, siguió caminando. Se detuvo al ver un montón de basura del otro lado de la calle.

Se enfilaba hacia allá, cuando el maestro le cuestionó: “¿Por qué has elegido ese lugar para tirar el envase?”. El joven reaccionó diciendo: “porque ahí es donde acumulan la basura. Y seguramente vendrá el carro recolector por ella.
 “¿Crees que es bueno, tener la calle con ese montón de basura?”, insistió el maestro. Ante eso, el muchacho respondió: “No se ve nada bien, pero todos lo hacen”. 
 “Efectivamente”, dijo el maestro. “Hacemos lo que otros hacen y vemos mucha basura a nuestro alrededor”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
Muchas veces nos quejamos de los males que existen a nuestro alrededor. Y reparamos poco, en ver que nos hemos metido en la dinámica de la normalidad. Esa normalidad que indica, pasarse los altos, tirar basura en la vía pública, desperdiciar el agua, hacerse de la vista gorda con el cambio, prometer más de lo que en realidad se puede; entre tantas otras cosas.
Salirse de ese mundo cuesta. Cambiar el chip mental no es una tarea fácil. Más sin embargo, si deseamos ver la casa limpia y en orden, es necesario e importante hacerlo.
El hacer las cosas, porque todos lo hacen, nos ha llevado a un estado complicado. Definitivamente, por más que lo anhelemos, las cosas no van a cambiar, si seguimos echando basura, en lugar de aportar para limpiar la casa.
Es claro, que se ha perdido tiempo en la búsqueda de culpables y en subirse al camión del montón. Los tiempos exigen hacer algo diferente. Lo que hemos hecho, hasta hoy, no ha funcionado.
POR ESO, entrando en materia, cuando el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores,  anduvo en campaña, planteó de manera clara, la necesidad de escribir una página distinta. Y lo planteó, con el conocimiento pleno de que recibiría un estado convulsionado, dolido, desesperanzado y endeudado.
Escribir páginas distintas cuesta mucho. Y es así, porque implica un doble esfuerzo. Primero, hacer las cosas bien. Y en segunda, sortear los obstáculos de quienes no creen en que es posible generar el cambio. De quienes están apostados en el lado cómodo, donde solamente se dice y no se hace nada. Porque el mundo de la normalidad les dicta: “debemos gritar y exigir nuestros derechos”.
Tiene más valor, quien se pone en acción. Quien trabaja para alcanzar el éxito. No es casual, que Guerrero hoy figure por su actividad económica. Que Acapulco siga siendo el destino de playa más importante del país. Que el turismo de reuniones apueste y mucho por nuestro puerto. Ahí está la mano del Gobernador Héctor Astudillo Flores.
Es cierto, nadie puede negar, que el fenómeno de la inseguridad está vigente. Pero tampoco, se puede menospreciar, que ha sido en éste periodo, en donde más golpes se han asestado a la delincuencia organizada. Nadie puede negar, que hay trabajo. Que hay resultados.
El punto es, que muchos aspiramos a que esto mejore y lo más pronto posible. Para ello, hay que dejar de seguir echando basura. 
EN OTRO ámbito, un servidor público que sabe dar un buen trato a la gente, labora en protección civil del estado, su nombre Alfredo Rodríguez Córdoba. Es el director administrativo. Esa es la cuestión.

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