Federación y la inseguridad en Guerrero
José Nava Mosso
Guerrero padece los estragos de la violencia desde hace más de dos sexenios; la situación de inseguridad que se vive en diversos municipios, como Acapulco, Chilpancingo, Chilapa de Álvarez, Iguala, Zitlala, Zihuatanejo Taxco de Alarcón y en la Región de Tierra Caliente, entre otros, ponen al estado como uno de los más violentos en el país.
La inseguridad, es el principal mal público en el país y el estado de Guerrero; a cuatro años del gobierno de Enrique Peña Nieto; todavía se carece de una estrategia afectiva, que permita erradicarla.
Los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, se caracterizaron por disparar la violencia de manera insospechada; con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la Republica, se tenía arraigada la esperanza de volver la tranquilidad a la gente, han transcurrido cuatro años y las cosas no han cambiado, al contrario se ha agudizado la situación de inseguridad en muchos estados y principalmente en Guerrero.
Las razones son muchas; la más importante es la corrupción que existe en el gobierno federal, la cual ha contaminado a muchos estados y corporaciones policiacas; hoy existe impunidad en todas las instituciones del Estado Mexicano.
Las corporaciones policiacas —PFP, Marina, Ejército Militar, Ministerial, Policía del Estado y otras—, han implementado diversas estrategias; que no han servido en nada para disminuir los índices delictivos; se había planteado en tener un bando único policial, no se logró porque la Cámara de Senadores y Diputados Federales no han revisado el tema a fondo.
En el Senado, se habló sobre las figuras de Mando Mixto y Mando Único en la seguridad pública, las cuales se prevé serán la base del dictamen que preparan las comisiones correspondiente, pero no se avanza en nada concreto, no hay nada.
A RETAZOS LA SEGURIDAD EN GUERRERO
Los lastres que padece México en materia de seguridad pública y justicia, se resienten con mayor fuerza en Guerrero; en un estado donde las policías municipales, la mayoría están infiltradas por el crimen organizado; se continúa trabajando con esquemas que no permiten depurar las corporaciones.
Corporaciones policiacas como la PFP, ofrecen seguridad en los municipios a retazos, no existe un proyecto a mediano o largo plazo que permita disminuir la inseguridad.
Los más de mil 500 elementos de la PFP distribuidos en los municipios con mayor índice delincuencial, no han dado ningún resultado; por ejemplo, cuando existen conflictos magisteriales o de otra índole en estados como Chiapas y Oaxaca, estos son requeridos y la gente en los municipios con mayor violencia, es abandonada a su suerte.
En los últimos días agentes de la PFP han abandonado los municipios de Iguala, Taxco, Acapulco, Chilapa, Zumpango y otros; sin importar que en algunos municipios no hay policías municipales, porque fueron desmanteladas las corporaciones.
De no haber decisión en el Senado, Cámara de Diputados; pero sobre todo de la presidencia de la Republica; lo único que queda es que la organización del pueblo para defenderse.
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