(Raúl Román Román)
La tarde tixtleca abría sus balcones, plenos de luz y alegría… la cita era el día 16 de septiembre, a la una de la tarde, en la sala de cabildo del ayuntamiento de Tixtla, para rendirle el enésimo homenaje al mejor escritor que tiene nuestro hermosísimo Estado de Guerrero: Juan Sánchez Andraca, por diversos pero orgullosos motivos: el hijo predilecto de Chilapa arriba a varias satisfacciones, como que su primer novela titulada “Un mexicano más” llega a dos millones de ejemplares vendidos, además de arribar a sus primeros cincuenta años de publicarse anualmente hasta por diez mil ejemplares, y del cual se han derivado una candente película, múltiples obras de teatro, varios documentales y decenas de tesis, no tan sólo en Guerrero y en México, sino en diversos países de Latinoamérica.
Así se llegó el día en que el grupo cultural local Manifest-Arte había esperado bajo su organización este magno evento artístico, para manifestarle al maestro Juan su admiración, alegría y orgullo por ser su amigo, escritor preferido, pero sobre todo, un ser humano maravilloso, por su sencillez, humildad y humanitarismo.
Poco a poco se fue llenando la sala oficial de los poderes de Tixtlan, como lo llamaba el ilustre Ignacio Manuel Altamirano, desde la segunda mitad del siglo XIX, y que siendo su casa, hoy se ha convertido en la casa del pueblo del hermoso lugar del “espejo de los dioses”.
Acto seguido, se dan las tres llamadas para principiar, de rigor…
y van apareciendo los personajes connotados que se empeñan en divulgar la cultura guerrerense en toda nuestra entidad federativa guerrerense: Saúl Cuevas López, Bersa Asabay, Emperatriz Basilio, Cristina García, Edna Lorety Colchero, Helen Encarnación, Víctor Hugo González, Alfredo Hernández, Edwin Iván Colchero, entre otros no menos importantes.
Y van desfilando ante el beneplácito del público que se remite de varias poblaciones de la región centro y de la montaña, a la cuna geográfica del generalísimo don Vicente Guerrero. Se presenta con su fabuloso canto Bersa Asabay, que regala sus canciones como “Chilapa” y otra en lengua náhuatl; más tarde, hace su magnífica intervención de análisis de la obra escrita Servando Basilio “El perro callejero”, que en un texto brillante, nos lleva de la mano para recorrer el telón de la vida de Juan Sánchez Andraca, como un regalo y una caricia al corazón.
Y corresponde el turno de intervención al presidente municipal de este hermoso valle, todo-paridor, Hossein Nabor Guillén, que amable y claramente alude la obra de nuestro “Quijote Chilapeño” y entrega los reconocimientos del cabildo tixtleco como ciudadano distinguido, para que finalmente fuera el homenajeado quien agradece estas muestras de cariño, estimación y admiración para su persona, vida y obra, procediendo a leer algunas cuartillas de su próximo libro que tendrá la luz pública la próxima semana, para iniciar su gira de presentación por varias ciudades guerrerenses, y que es esperado con ansia por sus miles de lectores, en donde cita sus memorias, reflexiones y rebeldías, con su estilo propio y auténtico, como lo ha venido desarrollando desde hace décadas.
Por todos estos motivos, largaaaaa vidaaaaa a Juan Sánchez Andraca, “El Quijote Chilapeño”.
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