OPINION

El Primer Año De Gobierno

Por Manuel Tello Zapata
El tiempo se va de volada y ayer se realizó el acto de entrega del primer informe del Gobernador Héctor Astudillo Flores, al Congreso del Estado. Tocó al Secretario General de Gobierno Florencio Salazar Adame y al Secretario de Administración y Finanzas, Héctor Apreza Patrón, entregar dicho documento a la Diputada Presidenta de la Mesa Directiva del poder legislativo, Magdalena Camacho Díaz, en un breve acto celebrado en la sala José Francisco Ruiz Massieu.

A continuación, procederá el trámite legislativo correspondiente para acordar la fecha en que el Gobernador Héctor Astudillo Flores, acudirá al Congreso local para dirigir un mensaje con motivo de su primer informe de gobierno, y para escuchar a los representantes de las diversas fracciones parlamentarias. La Diputada Flor Añorve Ocampo, Presidenta de la Junta de Coordinación Política, expresó su satisfacción por haberse cumplido en tiempo y forma con este requisito legal.
AHORA, LOS  CAMBIOS.
El Gobernador del Estado, Héctor Astudillo Flores, ha cumplido un año en el poder ejecutivo y aunque es poco tiempo, son muchos los logros que se han realizado en estos doce meses. Tenemos un mandatario estatal que trabaja como pocos y que ha logrado sortear una infinidad de dificultades sin soltar el timón, siempre con una meta definida: llevar el barco que se llama Guerrero, siempre a puerto seguro aunque generalmente navega en mares procelosos.
En la próxima semana deberá cumplirse uno de los anuncios que ya hizo Astudillo Flores: los cambios en su gabinete, que buscarán mejorar el paso, haciendo a un lado a quienes no pudieron laborar al ritmo marcado por su jefe, y por el momento se aprecia como algo seguro, el cambio del Secretario de Educación Pública, José Luis González de la Vega, por alguien que tenga ganas de trabajar, que no opere asuntos en la oscuridad; que sea sencillo y de buen trato con  todos, pero sobre todo: que aporte soluciones.
Ayer nos llevamos la sorpresa de que por fin, luego de dos años de ilegalidad, la CETEG oficial ha entregado a las autoridades de Educación, las oficinas del conocido como INEBAN. De esta forma se podrá ahorrar mucho dinero que actualmente se gasta por concepto de renta para oficinas. Pero es necesario que el Gobierno estatal ya no permita que grupos de maestros delincuentes, vuelvan a tomar ese edificio y que lo saqueen como sucedió en esta ocasión.
Sin embargo, no fue el Secretario González de la Vega quien negoció con  la CETEG este asunto. Ante la falta de capacidad de este funcionario, tuvo que intervenir el propio Héctor Astudillo Flores, quien al encabezar una reunión con los líderes cetegistas, ha conseguido que estos le bajen unas rayitas a su radicalismo y se podrán conseguir algunas cosas buenas, como la devolución de edificios y áreas públicas que hoy están tomadas por este grupo, como la plaza cívica capitalina y la avenida Ruffo Figueroa.
José Luis González de la Vega se ha encerrado en su negligencia, no sabe dialogar con los grupos inconformes; se niega al diálogo en las reuniones públicas como lo hizo hace poco tiempo en Iguala, se le acusa de negocios oscuros como la aseguradora que impuso para los trabajadores, en fin. Es hora de que el Gobernador designe como Secretario de Educación a un auténtico conocedor del área, que trabaje con los colaboradores que le designe su jefe, y no con una camarilla de secuaces que desde hace muchos años viven con él, del erario público.
LEVANTÓ MUCHO REVUELO.
Una visita común y corriente que realizó el ex Gobernador Ángel Aguirre Rivero al puerto de Acapulco, desató en las redes sociales y medios de la política local, una gran cantidad de versiones. Obviamente los grupos radicales le tiraron con todo, acusándolo de asesino de los 43, corrupto, etc..  Sin embargo, muchas personas hablaron bien de nuestro paisano, que tiene todo el derecho de visitar a su estado natal, como cualquier persona que no tiene antecedentes penales. 
Obviamente, el Licenciado Aguirre Rivero debe ser cauto en lo relativo a la política y su praxis, ya que es una regla no escrita, en el sentido de que los ex gobernadores no hacen política por respeto a quien actualmente tiene en sus manos el poder ejecutivo del Estado, o sea: Héctor Astudillo Flores.
Contra lo que afirman los “radicalosos”, Ángel Aguirre Rivero no tuvo nada que ver en la desaparición de los 43 porque no fue un crimen de Estado como lo aseguran quienes dirigen el movimiento de los padres de familia en Ayotzinapa. El caso Iguala, y lo demostró perfectamente el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), con la brutal agresión cometida por elementos de la policía preventiva de ese municipio, ocurrió porque los estudiantes sacaron de la central camionera, un autobús cargado de droga que partiría hacia Chicago propiedad de los Guerreros Unidos. Lo que el GIEI llamó “El quinto autobús”.
Fue un enfrentamiento entre los cárteles de Los Rojos y los Guerreros Unidos. Estos últimos creyeron que los estudiantes de Ayotzinapa eran miembros de Los Rojos y por eso los reprimieron como nunca se ha hecho en la historia de nuestro Estado de Guerrero. Durante muchos años, los gobernantes han respetado las movilizaciones de los Ayotzinapos, aunque sean ilegaes, sin embargo, en Iguala las cosas fueron muy diferentes. Muy pronto se va a conocer la verdad de estos hechos y la PGR tiene que aplicarse mucho, para que se conozca lo que ocurrió con los estudiantes; pero repetimos: no fue un crimen de estado. Esa versión la usan los titereros para alargar el conflicto y encarecer la negociación.

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