Ocho cadáveres decapitados y envueltos en bolsas negras de material plástico fueron encontrados (y reportados) la noche de ayer en las inmediaciones del distribuidor vial de la carretera Tierras Prietas-Tixtla, punto conocido como “San Miguelito” que está cerca del crucero de Atliaca, en Tixtla.
El macabro hallazgo de los ocho cadáveres, todos de personas de sexo masculino ocurrió al filo de las diez y media de la noche y casi de inmediato se hizo el reporte a la Policía Municipal de Tixtla cuyo comandante Aníbal Sánchez García hizo lo propio al número de emergencias “066”.
Tras el reporte, uniformados del Ejército federal y de diversos cuerpos de policía se trasladaron con rapidez hasta el lugar señalado en el reporte y no tardaron en confirmar la horrenda masacre de ocho personas de sexo masculino cuyos cuerpos yacían regados sobre el pavimento de la carretera, algunos aún dentro de las bolsas, otros completamente desnudos y al descubierto las cabezas de los ocho estaban “empaquetadas” de manera individual en bolsas negras de plástico.
Tras asegurar la zona para evitar que automóviles o curiosos borraran evidencias que pudieran ayudar a esclarecer el caso, los policías y militares confirmaron el hallazgo a la Fiscalía General del Estado de donde fueron comisionados agentes investigadores del Ministerio Público y peritos para trasladarse a ese lugar y dar inicio a la investigación tendiente a aclarar la identidad de los occisos, su procedencia y el motivo de la matanza.
Durante las primeras investigaciones, en el lugar de los hechos, los peritos y personal del SEMEFO confirmaron que se trata de personas de sexo masculino, cuyos cuerpos fueron decapitados y presentan claras huellas de tortura. Las cabezas de cada uno de ellos fueron halladas dentro de bolsas individuales y sería ya en el anfiteatro donde procederían a determinar a qué cuerpo correspondía cada una.
Junto a los cadáveres fue dejada una manta con un mensaje escrito en letras rojas, cuyo contenido no se lograba distinguir desde el límite del cerco policiaco y cuyo texto se negó dar a conocer a los reporteros que acudieron al lugar a cubrir la información.
Trascendió en forma extraoficial que tras dejar en ese lugar los cadáveres mutilados, los victimarios habrían disparado repetidas veces ráfagas de metralleta mientras se alejaban del lugar, siendo esto confundido con un enfrentamiento, que es lo primero que le fue reportado a la policía, y que motivó que al investigar la balacera se descubrieran los ocho cadáveres.
Fueron varias las horas que el lugar estuvo “asegurado” por policías y militares que cerraron la circulación en la carretera, por lo que quienes viajaban de Chilpancingo a Tixtla y viceversa hubieron de utilizar vías alternas, entre estas la vieja carretera.
Pasada la medianoche los cuerpos fueron trasladados a esta capital y depositados en las instalaciones del Servicio Médico Forense para la práctica legal de la autopsia, lo que, de acuerdo a los nuevos protocolos que se aplican tardaría varias horas más el trabajo de los peritos y médicos forenses.
Hasta las primeras horas de la madrugada de este día la vocería oficial de seguridad guardaba absoluto silencio al respecto, por lo que habrá que esperar a que en el transcurso de hoy se den a conocer algunos detalles del caso, como si los cuerpos ya fueron identificados por sus familiares y si existe ya alguna hipótesis referente a las causas de esta horrible matanza, sus autores y si estos o las víctimas pertenecen a algún grupo identificado de la delincuencia organizada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario