MEMORÁNDUM

*** El oro de los descalabros

Gerardo Ruano Cástulo
Saítam iba felizmente corriendo. De pronto, algo le hizo tropezar. El golpe fue fuerte. La tristeza le invadió y unas lágrimas le brotaron. Pero algo le hizo cambiar de emoción, ya que justo donde había caído, estaba una moneda de oro.
Ahora, se encontraba sumamente feliz. De inmediato, Saítam, corrió alegre a dar la noticia a su papá. “papi, papi”, gritaba el pequeño. Al escucharle, su padre le preguntó: “¿Qué te hace venir gritando tan contento?”.

Saítam le contó la forma en que había tropezado y que gracias a eso había encontrado la moneda de oro. “mira Papi. Es de oro. Es de oro”. Gritaba el niño.
Entonces, su papá le abrazo compartiendo su dicha, para después decirle: “Te voy a decir que significa lo que te pasó”. El pequeño estaba muy atento. “Eso significa, que las caídas pueden traer mucho oro en bendiciones al ser humano”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Viendo la gestión del Gobernador Héctor Astudillo Flores, me queda claro, que tiene muy presentes los yerros priístas del pasado. Las razones por las que perdieron la Gubernatura en 2005. Algo que no se reduce a un día de elección. Sino a la suma de inconformidad social que existía. Recordar que el fracaso es resultado de la suma de muchas malas decisiones.
Por eso trabaja de manera incluyente y transparente. Sabe que la exclusión genera inconformidad. Que la opacidad siembra dudas. Y que en suma, las facturas tarde o temprano se pagan.
Hoy, los cambios que se están generando hablan de algo muy claro: Está colocando a piezas claves, también, en las delegaciones federales. Lo vemos con las posiciones que ahora ocupan: Reyes Betancourt, Roberto Álvarez y Lenin Carbajal. No quiere dejar las cosas en manos de la improvisación. Apuesta por el compromiso en la misma causa, que es regresar la paz y el orden a Guerrero. Así como a la eficacia de leales servidores públicos.
El mensaje también fluye hacia dentro del PRI. El líder se llama Héctor Astudillo Flores. Por lo mismo, se presagia la posible llegada a la Dirigencia Estatal de ese Instituto Político, de alguien cercano de su equipo. Y no, una propuesta de los grupos, ya que el asunto, es sumar y unificar. No generar discordia. Dar certeza en el escenario que se avecina.
En lo particular, no me extrañaría, ni me sorprendería, que en los próximos días u horas, al ex alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos, lo ungieran como delegado en alguna dependencia federal. Algunos ya hasta hablan de donde se fortalece la infraestructura carretera.
Como tampoco me sorprendería, que fuese a la dirigencia Estatal del PRI, Armando Soto, Heriberto Huicochea, Héctor Apreza o Joel Eugenio. Porque lejos de andar pensando en proyectos personales, cuidarían los intereses de un proyecto político, que está trabajando para un escenario distinto. Para corregir los yerros del pasado. Para limpiar a ese PRI de un simple reparto de cuotas, compromisos y demás canonjías.
Lo que se impone es trabajo. Trabajo en la misma dirección del Gobernador. No puede ser de otra forma. La orquesta debe tocar en armonía. Eso lo sabe quién tiene la batuta. Esa es la cuestión.

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