EN MI OPINION

Por Enrique Guevara Ayvar. Colaborador

Los estilos de hacer política, distingue obviamente a los hombres que estudiaron la materia sin tener que ir a la escuela, porque tenemos que recordar, que la mejor escuela en la que estudiamos eternamente, es en la escuela de la vida, y quien no aprende la cátedra que nos brinda la vida, seguro no estamos preparados para enfrentar la vida, mucho menos preparados para hacer y practicar política entre las clases sociales.

Porque lo anterior?, simple. Y es que en la amplia historia de México se puede leer que grandes hombres de pobre linaje y altas carencias económicas alcanzaron altas posiciones políticas y sociales-no económicas- gracias a la escuela o universidad de la vida que les permitió aprender con carencias de todo tipo tomando en cuenta además la gran discriminación que la clase media alta mostraba a los pobres aunque esa vieja práctica no se ha perdido del todo en nuestro país.

Y en el presente inmediato, la política y los políticos que practican sus ideologías muy personales ante masas y en privado como en el congreso y el senado, además de los congresos locales, NO lo hacen tal y como lo marcan los intereses del pueblo porque actualmente los legisladores se manejan de acuerdo a sus intereses políticos y personales aprobando sin problema alguno las propuestas u órdenes giradas por el gobernante en turno, olvidando por completo que su trabajo se debe a los votos emitidos por la población que les paga para dar forma y aprobar propuestas y no para levantar el dedo aprobando lo que en forma unilateral se pretende  como lo hacen los legisladores que están a las órdenes del jefe 

En los pequeños congresos formados por los cabildos municipales, los ediles que dan forma a estos espacios son la espina dorsal de un ayuntamiento en el que tendrían que participar ediles preparados social y políticamente hablando para revertir cualquier propuesta que no esté dentro de las normas para su aprobación.

Pero qué pasa cuando estos no es así, sucede que los legisladores o ediles en turno al no poder echar atrás algunos puntos de la sesión, optan por lo más fácil que es levantar el dedo sin pensar siquiera que atrás de sus decisiones están cientos o miles de ciudadanos que esperan su participación para aprobar presupuestos, obras y otros acuerdos presentados en el orden del día.

No es tan fácil ser representante social cuando no se tienen las armas de la ideología y la sabiduría aprendida en la universidad de la vida; pero cuando esto suceda, seguramente que el progreso y la cultura de un pueblo como el de México y Guerrero aumentara sustancialmente a grado tal que la democracia será la que lleve a los mejores hombres a los gobiernos que esperamos desde siempre.