OPINION

Los pleitos de Olea Peláez
Por Manuel Tello Zapata
Con el asunto del diputado local con licencia Saúl Beltrán Orozco, el Fiscal General del Estado, Olea Peláez, ha regresado a sus bueno$ tiempo$, cuando su bufete de abogados se dedicaba a defender la causa de los delincuentes más famosos de México. Luego de que solicitó el desafuero del compadre del Tequilero, para ser juzgado por el delito de homicidio en contra de dos personas, Olea Peláez se niega a detenerlo pese a que ya no protege el fuero a este legislador.

Como chamaquito bajo el estado del alcohol, como luce cuando habla en los medios, el Fiscal denunció que un grupo de diputados, y ahora señala que los encabezó la Presidenta de la Comisión de Coordinación, Flor Añorve Ocampo, visitaron al juez de distrito correspondiente para pedirle que no ordenara la detención de Saúl. Esto es totalmente falso y en su desesperación por salir del problema en que el mismo se metió, Xavier Olea inventa nuevas mentiras, sin importarle que se agrave su confrontación con quienes lo eligieron: el Congreso local.
Es por eso que en la sesión ordinaria celebrada ayer, la diputada Flor Añorve Ocampo instó al Fiscal General para que ya se ponga a trabajar como es debido y no siga burlándose del Congreso y las instituciones con sus declaraciones desatinadas. Los diputados del PRD, Erika Alcaraz Sosa y por el Partido Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, exigieron la renuncia de Xavier Olea como Fiscal General, por su gran ineptitud y falta de capacidad para coordinar las funciones de la dependencia a su cargo.
Ya son muchas las tonterías en que incurre este funcionario con sus desafortunadas declaraciones. Ahora se obstina en asegurar que Saúl Beltrán todavía tiene fuero, a pesar de que solicitó licencia. En contrapartida, diversos legisladores le han aclarado que un diputado por solicitud aprobada de licencia, está separado del cargo y de sus beneficios y responsabilidades.  Como reacción, el funcionario ha informado que ahora sí, policías ministeriales andan buscando a Saúl Beltrán para detenerlo. ¿Quién le entiende? Seguramente el Tequilero segundo ya se fugó, aprovechando la ineptitud de su perseguidor.
Es necesario que el Estado de Guerrero cuente con un buen Fiscal General, pero por su soberbia y ceguera política, Xavier Olea Peláez nunca renunciará al puesto en forma voluntaria. Su cargo se lo debe técnicamente al Congreso local, que lo designó de entre una terna que envió a ese poder, el Gobernador Héctor Astudillo Flores. Corresponde por lo tanto al poder legislativo local, destituir a tan pésimo funcionario. Veremos y comentaremos.
¿LO TUMBARON LAS REDES?
El Secretario General del Ayuntamiento capitalino, Gustavo Adolfo Morlet Berdejo, ha decidido interponer su renuncia irrevocable al cargo, antes de que sea destituido por el Alcalde Marco Antonio Leyva Mena, por petición expresa del Cabildo. El motivo de dicha dimisión voluntaria es un “meme” que subió Morlet a las redes (Facebook), y que fuera muy criticado por diversos sectores sociales.
Si dicho meme hubiera sido puesto por algunos de los muchos llamados “idiotas de las redes”, como los calificara en su momento Humberto Eco, no hubiera habido problema alguno y hubiese pasado desapercibido. Pero como lo subió ni más ni menos que un alto funcionario municipal, adquirió relevancia inmediata y generó gran escándalo, sobre todo porque no era la primera vez que el servidor público en cuestión incurriera en actos similares.
Todo funcionario público no debe olvidar que tiene una gran  responsabilidad al ocupar un cargo y le debe otorgar la seriedad y el respeto que debe tener ante la sociedad. Con todo respeto, un alto funcionario no debe participar en las redes sociales como chamaquito, subiendo tarugadas, frases que no dicen nada, y sobre todo: por respeto tiene que estar alejado de eso que se ha convertido en un medio de diversión y burla para mucha gente: el Facebook.
Luego del ex Presidente del Poder judicial, Robespierre Robles Hurtado, el Secretario general del Ayuntamiento se convierte en el segundo funcionario público conocido, en caer del puesto por su participación inmadura en las redes sociales. Es de esperarse que lo anterior sirva de lección para todos aquellos que, desde los cargos públicos, ejercen una responsabilidad social, a la que le deben respeto y madurez. Atención.

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