*Astudillo debe de mirar al PRI estatal
Federico Nogueda
De todos es sabido que las circunstancias del gobernador Astudillo son difíciles, ante el fenómeno de la violencia que de repente se dispara y otras se mantienen, en Salud se vive un déficit astros no hay para la nómina y en educación existe carencia de maestros en varias escuelas, como directores.
Por supuesto que varios de estos lastres han sido heredados por administraciones pasadas, que en su momento las desatendieron, aunque el gobernador las está atendiendo en coordinación con la federación, pero no dejan de proporcionar malestares sociales.
Aunados a los problemas que surgen dentro de una normalidad por sus legítimas luchas, como el caso de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), y por ahí las policías comunitarias.
De esta forma, el panorama no es nada fácil para Astudillo, en todos los regímenes conservadores, liberales, Izquierda, centro izquierda o centro derecha, los gobernantes hacen mancuerna con su partido, se coordinan para enfrentar juntos las circunstancias.
En estos momentos en el comité estatal del PRI en Guerrero, existen varios personajes que pueden ayudar al gobernador en la tarea tan compleja de gobernar Guerrero.
El actual dirigente, Heriberto Huicochea acaba de ser nombrado mediante Asamblea estatal, está trabajando, discreto, bajo perfil, sin enfrentamientos estériles hacia los demás partidos, es decir, no abusa en sus críticas a la oposición, esto no quiere decir que no combate en la defensa del su gobernador.
Esto quiere decir, que ataca en lo necesario y cuando es oportuno, no hay prisa, todo en su momento pero eficaz, no obstante hay algunos que lo quisieran ver como verdulero del mercado y como ajonjolí de todos los moles, es decir ir a todas y salir todo madreado, pera decir que si hay presidente del comité estatal, eso no.
Ahora bien, también está otro personaje que a consideración de su militancia, no es suficiente que esté llevando bien las finanzas del partido y sea muy sensible, canalice algunos desajustes, sino que ya debe de estar siendo aprovechado en tareas de mayor dimensión, del gobierno del estado, o donde sea mejor aprovechado.
Nos referimos por supuesto a Erick Catalán, quien tiene capacidad de operar, sensibilidad, trato, no nada más voluntad como algunos miembros del gabinete de Astudillo, que ya les debió haber dado las gracias por adelantado.
Y si no les puede decir adiós, pues que los canalice en otras áreas donde a lo mejor aporten más, pero al gobernador le urge cambios o enroques, así como una buena coordinación con su partido, para que le ayude más de lo que le puede ayudar.
En esa medida, el gobernador recibirá las embestidas tan normales en un régimen con mayor certidumbre, con un respirar, para reponerse con prontitud, como eficacia, y hasta después va a decir que vengan las otras.
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