-Los señalaron de actos de extorsión a la propietaria de un restaurante en Plan de Liebres
-Se los entregaron al Ejército para que fueran puestos a disposición después de la denuncia
Mezcala, Eduardo Neri, Gro., mayo 31 del 2017 (IRZA).- Elementos de la auto defensa de Mezcala, municipio de Eduardo Neri, este miércoles retuvieron por seis horas a dos presuntos agentes de la Procuraduría General de la República (PGR), señalados de actos de extorsión, a los que alrededor de las 19:00 horas entregaron a elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Federal para que fueran puestos a disposición de las autoridades correspondientes, quienes además portaban armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Alrededor de las 13:00 horas, los policías comunitarios de Mezcala recibieron un reporte respecto a que, en la comunidad de Plan de Liebres, dos hombres armados estaban extorsionando a la propietaria de un restaurante.
Integrantes de la auto defensa se trasladaron hasta ese punto y observaron una camioneta estacionada color blanco, marca Volkswagen Amarok, placas HE 95 171 de Guerrero y, en el interior estaba un hombre en el asiento del copiloto, mientras que el conductor se encontraba en el interior del restaurante.
Los policías comunitarios procedieron a someterlos, esposarlos y ahí mismo la dueña del restaurante les dijo que le estaban exigiendo que les entregara la cantidad de 10 mil pesos para dejarla trabajar.
Los dos sujetos les aseguraron a los policías comunitarios que eran agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) y les mostraron unas supuestas identificaciones, pero sus identidades no fueron reveladas.
A los dos presuntos elementos de la PGR los trasladaron a la explanada frente a la Comisaría de Mezcala, donde después repiquetearon las campanas de la capilla y comenzaron a llegaron los pobladores.
Los elementos de auto defensa le explicaron a los pobladores el por qué habían sido detenidos y exhibieron lo que traían en la camioneta y entre sus ropas, como un arma larga y una pistola escuadra con cargadores abastecidos, además de unos seis mil pesos en efectivo, algunos dólares en sus carteras, seis celulares y dos mariconeras color verde militar de gabardina con documentos.
Las expresiones de los pobladores fueron duras: “!hay que quemarlos vivos!”, se escuchaba.
Los policías comunitarios decidieron solicitar la presencia de elementos del Ejército Mexicano, aunque al lugar también llegaron dos patrullas con efectivos de la Policía Federal y personal de la Policía Ministerial, y después de algunas horas de negociaciones, decidieron entregarles a los dos detenidos para que fueran puestos a disposición de las autoridades correspondientes.
Los policías federales los subieron a sus patrullas y de inmediato los pobladores reclamaron para que los bajaran de sus unidades y que fueran los soldados los que los trasladaran por la falta de confianza en esa corporación.
Los dos hombres fueron subidos a una camioneta con elementos de la 35 Zona Militar y trasladados a Chilpancingo, con el acuerdo de que en cuanto se integrara la denuncia correspondiente serían puestos a disposición de la autoridad respectiva.
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