OPINION

Asumir Responsabilidades
Por Manuel Tello Zapata.
Para quienes no acostumbran leer en forma cotidiana los medios de información nacional, les resulta difícil ubicar la realidad que persiste en torno a la inseguridad pública en todo nuestro sufrido país. Tan solo ayer miércoles en el diario El Sur se publicó que en la ciudad de Tijuana, en el presente año se registran ya mil 412 homicidios. Lo mismo sucede en la Ciudad de México, Toluca, Morelia, Ciudad Victoria, Sinaloa, Tijuana, etc., etc..
La violencia que genera la delincuencia organizada azota a todo el país, no solo a  Guerrero; aunque obviamente, nos debe preocupar lo que sucede en nuestra entidad y actualmente estamos inmersos de lleno, en un camino de violencia sin límites por la acción de peligrosos grupos delincuenciales que pelean la plaza. A diferencia de otros entornos donde abundan las organizaciones delictivas, en Guerrero la siembra y cosecha de amapola, aumenta la acción de los grupos ilícitos.
Aunque a este problema le corresponde su combate al gobierno federal, porque legalmente pertenece a ese fuero, el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, no soslaya en lo absoluto la realidad que vivimos en esta materia y está haciendo un llamado firme al Gobierno Federal, para que tome cartas en el asunto y participe con mayor presencia y fuerza, en el combate a la inseguridad que vivimos en Guerrero.
El Gobierno del Estado ya cuenta a través de la Secretaría de Seguridad Pública, con un batallón certificado de 500 elementos, que está logrando muchos éxitos en el combate a la delincuencia. Pero no son suficientes. Ahora está operando un grupo motorizado de reacción inmediata, con policías bien capacitados que en grupos de dos por motocicleta también están dando buenos resultados.
Pero no es suficiente. El Secretario Pedro Almazán Cervantes dijo ante los miembros del Congreso local durante su comparecencia, una cosa muy cierta: para un combate real a la delincuencia de todo tipo, se necesitan por lo menos doce mil elementos más, de estos niveles. Pero no se cuenta con los recursos económicos necesarios para lograr tal fin.
“No se debe olvidar que el caso Guerrero es un asunto de Seguridad Nacional y así tienen que verlo (en el Gobierno Federal) y aprovecho tu medio para expresarlo. Ojalá que sea escuchado”. Esto lo afirmó Astudillo Flores durante una entrevista con Denise  Maerker. Es necesario que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el gabinete federal de seguridad, escuchen este llamado del Gobernador de Guerrero y ya tomen en serio el principal problema de nuestro Estado: la inseguridad.
En el resto de sus grandes responsabilidades, el Gobernador Astudillo ha hecho una gran labor y los resultados saltan a la vista. El campo ha mejorado pese a la situación crítica que se vivía hasta hace dos años.  El turismo muestra un importante crecimiento. Se mantienen intactos y mejorados los programas de desarrollo social y económico. Gracias a la atención que se otorga a los grupos sociales, se terminó con la ingobernabilidad y hoy los guerrerenses vivimos en un medio de orden social, que se había perdido.
Aunque realmente la inseguridad no afecta al 97% de la población (el que no se mete en problemas nada teme), existe temor entre la ciudadanía, porque puede ser víctima de los llamados daños colaterales.
Es por eso que el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto debe ponerse en su lugar y cumplir con sus obligaciones constitucionales, de combatir a quienes incurren en delitos del fuero federal. También se debe apoyar a los Estados con situación crítica de este tipo, con mayores recursos presupuestarios, para que se mejore también el combate a la delincuencia común y se reduzcan en gran medida, los niveles de inseguridad que padecemos.

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