MEMORÁNDUM

*** ¿Ya no es un peligro?
Gerardo Ruano Cástulo
Es cierto. Andrés Manuel López Obrador, dueño y candidato presidencial por MORENA, tiene un enorme número de simpatizantes. No sé, si los suficientes para ganar las elecciones de julio próximo. Pero, lo que sí sé, es que sigue siendo verdugo de sus propias aspiraciones.

En 2006, cuando estaba en la cúspide de su carrera política, se dio el lujo de golpear a las instituciones y menospreciar a los demás candidatos presidenciales. ¿Cómo se iba a rebajar a debatir con ellos su majestad? La soberbia, de acuerdo a la doctrina cristiana, es castigada con el infierno. Construyó su propia debacle.
De ahí, junto a sus huestes, invirtieron el sexenio Calderonista, en echar toda la tierra posible al gobierno panista. Digámoslo con claridad; fue una pérdida de tiempo. Una actividad, netamente improductiva. Y eso, terminó por ahorcar otra vez su aspiración por la Presidencia.
Su excusa. Porque esas siempre sobran. Es que el Presidente Peña Nieto, fue producto de la mercadotecnia. De un plan bien orquestado desde los medios de comunicación. El caso es, que en 2012, no le quedó ningún argumento para cuestionar el triunfo priísta. El margen de votos fue importante. Le ganaron en estrategia.
En el escenario actual, se ubicaría bien posicionado en las encuestas. Pero, su equipo sabe que el candidato del PRI, Pepe Meade, como se le conoce, registra un levantón considerable. Habría pasado, de ser un funcionario más, a un personaje con más de 20 puntos porcentuales de aceptación. En tanto, es visible, que el panista Ricardo Anaya, tendrá un descenso natural, por el llamado voto útil. La alianza pecaminosa PAN-PRD, pagará con fuerte penitencia; para estar ad hoc con la cuaresma.
López Obrador muestra que poco han servido los añales de campaña. Por cierto, ese mismo dato le juega en contra; así como su labor de exorcista político, capaz de sacar los demonios, de quienes arrepentidos vayan a echarse en sus brazos.
Se pone la soga al cuello, prometiendo repartir el dinero en apoyos, como el de los NINIS, sin aparente sustento de un techo financiero. Los analistas económicos, ponen en tela de juicio esas promesas populistas. Un lucro más con la pobreza.
Sin estar a favor o en contra de la reforma educativa, prometer echarla abajo y con ello la evaluación docente, representa aliarse con el magisterio que toma calles, que irrumpe en oficinas y vandaliza. Con liderazgos cuestionables, que poco o nada han mostrado, les interesa el sector educativo.
En 2006, fue popular aquella frase, De qué Obrador, “Es un peligro para México”. Hoy, su creador aduce que ya no representa tal peligro. Tal vez por influencia, de la fotografía que hoy muestran los sondeos; pero, hay otra parte, que coincide, en que ya no sería un peligro para el país, porque sugieren que tendría pocas posibilidades de ganar. 
En razón, de los yerros constantes, con los conduce su carrera política y su kilométrica campaña en pos de la presidencia.
Dicen pues, que ya no es un peligro. Y que la va a volver a Cruzazulear; con respeto a los fans de la máquina.

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