MEMORÁNDUM

*** ¿El Pilato de la democracia?

Gerardo Ruano Cástulo

La reunión de laicos (católicos bautizados) transcurría de manera normal. Estaban ahí en círculo bíblico; y en el espacio de asuntos generales, saltó la pregunta de uno de los asistentes: “¿Por quién deberíamos votar nosotros, en las próximas elecciones?”. Quien estaba a cargo de la instrucción, no dijo nombres, ni partidos. Sólo recomendó, tomar en cuenta las pautas para una buena elección. Comenzando por temas esenciales, como el respeto a la vida y la familia.

En principio, me pareció algo natural, con motivo de la elección presidencial, que ha despertado distintos tipos de emociones en seguidores y simpatizantes de los candidatos. Pero, enseguida recordé, de manera puntual, que la Iglesia católica tiene tiempo manifestándose en contra del aborto; a favor de la vida. En contra del matrimonio gay; a favor de la familia.

La memoria me trajo la imagen, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, El pleno de los obispos del país, ante quienes han expuesto, parte de sus propuestas, algunos de los candidatos; entre ellos el de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

En ese encuentro, el aspirante presidencial habría dicho no ser autoritario, y que de ganar, podría someter a consulta temas como la ley del aborto y los matrimonios igualitarios. O sea, no sería él quien los impusiera; los dejaría a la voluntad popular.

Tal vez, por la mente relativa que golpea brutalmente a nuestra sociedad, podríamos aducir que la voz del pueblo, es la voz de Dios; pero en realidad, eso nunca ha sido cierto; Los pensamientos de Dios están muy por encima, de lo que un puñado de mortales pueda opinar. Así se plasma en la Biblia: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Dios. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”, ISAÍAS 55:8-9.  

Entiendo, que el candidato de Morena, no quiso pelearse con quienes ya están con él y apoyan el aborto, así como el matrimonio igualitario. La salida más cómoda, fue sacarse lo de la consulta. Para lidiar el tema. Pero en realidad, esa postura fue tibia. Demasiado tibia. Los pastores de la Iglesia; léase Obispos, no estarían para negociar el mandato de Dios. La voluntad de Dios, no tiene espacio para la negociación. El mismo Jesús, se puede leer en el evangelio bíblico, lo habría dicho: “El que no está conmigo, está contra mí.”.

Obrador, con la propuesta de consulta, le jugó prácticamente al Poncio Pilato. Desde ahora, por si las dudas, habría decidido lavarse las manos. Por lo que dudo, y mucho; que entre los verdaderos activos de la Fe católica, el aspirante presidencial, tenga buenos bonos.

Creo que Obrador, no sería el mayor beneficiado con el análisis de los verdaderos católicos. Solo los Judas: entregarían a los que aún no nacen, a la suerte de la turba, ante la mirada tibia de un personaje, que hoy ha decidido, simplemente lavarse las manos.