MEMORÁNDUM

*** ¿Dónde estaba?
Gerardo Ruano Cástulo
El Partido Político es lo de menos. Lo importante es la calidad de la persona. Los hechos, al final del día, son los que acreditan la credibilidad. Lo hemos apuntado, la confianza de los demás, se gana trabajando.

El ciudadano hoy está mejor informado. El acceso a la internet es más fácil ahora. La gran mayoría posee algún dispositivo, para estar dentro de las redes sociales. Se entera de muchas cosas, de manera inmediata.
Ese mismo ciudadano, sabe que hay quienes han ocupado cargos públicos y han quedado a deber. Aquellos, a los que los encargos les han quedado grandes. O los que, simple y llanamente, en lugar de servir, lo utilizaron para servirse y despacharse con cuchara de buen tamaño.
El ciudadano observa y se da cuenta de quienes son viles aventureros. Gente improvisada u oportunista. Los que se disfrazan con piel de oveja. Los que sin el menor pudor, regresan a pedir el voto, con el sacó vacío de resultados.
Por tanto, el ciudadano también conoce la parte noble y buena de la moneda. Los casos concretos de personajes, que más allá de los partidos políticos, han respondido a la confianza, que en ellos ha sido depositada. Que desde el espacio público, han incidido a favor de la gente. Han mantenido los pies bien puestos sobre el piso. Y se palpa su calidad humana.
Por eso, cuando veo las campañas y en especial las del séptimo distrito electoral federal, me asalta la pregunta: ¿Dónde tenía el PRI a BETY ALARCÓN? Y no me refiero, a que no sepamos de su incansable labor, detrás de cámaras, dentro del equipo Astudillista; concretamente, como brazo derecho de la Sra. Mercedes Calvo de Astudillo.
Me refiero, a la forma en que ha impuesto ritmo en la campaña. Al talento, para ponerse por encima, de forma rápida, de los demás aspirantes en el distrito. A su habilidad y estrategia, para lograr conectar rápidamente con el electorado.
BETY ALARCÓN, no hay duda, por lo que se ve en la campaña, es un activo de gran valía para el PRI y los aliados de éste partido. Así lo avala, el estar superando las expectativas que se podrían haber tenido de su campaña. Más que la experiencia en el terreno electoral; estaría pesando más, la calidad de la persona.
Es ahí, donde radica la fortaleza de BETY ALARCÓN, en su calidad como persona. Es gente confiable. La gente sabe que los escucha y atiende. Porque es accesible. Trabaja con humildad. Y sabe cumplir los compromisos.
Siempre he creído, que todo sucede en el momento exacto. Nunca antes, ni después; en la hora correcta. Pero el hecho, invita a preguntar: ¿Dónde estaba BETY ALARCÓN?
Buen trabajo como diputada local. Magnifica campaña en pos de San Lázaro. Gran talento; que ahora está siendo valorado.

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