MEMORÁNDUM

*** Valioso; tener amigos
Gerardo Ruano Cástulo
He escuchado a personajes de fe, escribir y decir, que Dios no pesa riquezas, ni títulos nobiliarios. Lo que vale, ante los ojos del creador, es el tamaño del corazón. En la misma dirección, va el mensaje del humilde carpintero, que se puede leer en el evangelio bíblico, donde puntualiza, que antes de ocuparse de tener bienes, hay que tener amigos.

Lo hemos dicho y anotado. Los cargos públicos lucen en personas con calidad humana. En personas de gran corazón. Por eso, desde hace rato, anticipábamos el crecimiento del entonces secretario particular del Gobernador, César Armenta Adame; a quien se veía disfrutar plenamente de su trabajo. Un político accesible, sencillo y humilde. Del que la gente hablaba muy bien.
César Armenta, es un político joven, pero que cuenta con buena lona recorrida. Ha hecho talacha para su partido. Se le ubica dentro del Grupo del actual Mandatario Estatal. Recién, fue sindico de la capital; cargo, en el que dio muestra de su calidad humana. De ser un hombre de trabajo. De tener compromiso con la gente y los proyectos de desarrollo para Chilpancingo.
Por eso, avisábamos que su presencia iba en aumento. Se le mencionaba inclusive, dentro de los más fuertes aspirantes para competir por la candidatura de su partido, el PRI, a la Presidencia Municipal. Su participación por la candidatura a diputado local, que hoy encabeza, cayó muy bien entre los priístas, porque ha abonado a la unidad.
La participación de César Armenta, se ha visto como la de un político generoso. Sin ambiciones nefastas. Con el mejor interés de aportar soluciones para su partido, y que lo más importante, es seguir trabajando en bien de la gente de la capital.
Por los antecedentes, se vislumbraba una campaña exitosa. Y César Armenta, a quien por afecto le llaman el pichón, no defraudó a las expectativas. Hizo la campaña de mayor penetración en el electorado. Tan es así, que los números lo ubican, con toda claridad, en la ruta de ganar las elecciones del próximo domingo.
La campaña fue una fiesta enorme. Grandes las muestras de afecto y respaldo. Se respiraba la alegría. Se sentía la empatía, porque lo que se transpira es calidad humana. Y como broche de oro, a lo bien hecho, el pre-cierre de campaña, en la popular colonia del PRI, fue una muestra contundente de músculo político.
Una campaña enorme. Con un candidato, César Armenta, que en el fondo, y más allá de las propuestas, su fuerza radica en su persona. En quien es, y lo que ha hecho en servicio de los demás. Ha impactado más su sencillez y humildad. La garantía de ser un político de palabra.
Y es que no hay otra razón. Con eso, y no con riquezas y títulos nobiliarios, es como se ganan amigos.
César Armenta, puede y debe ganar las elecciones del domingo, en el primer distrito local; porque tiene una grandiosa cantidad de amigos.

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