A M L O – M A N I A

Raúl Román Román
“¡Es un honorrr, estar con Obradorrr!”… Este día es un parte-aguas en la historia de México, por muchas razones y en un multifactorial escenario político, pues la democracia no termina cuando se cuentan los votos de la ciudadanía, sino empieza cuando inicia y se sostiene una visión política con un plan de gobierno que se diseña bajo los cinco grandes pasos de la metodología antológica:
un diagnóstico objetivo observable, palpable y comprobable; una planificación, que en ocasiones tiene que ser milimétrica y en contemplación de todos los factores que inciden en un cambio, el desarrollo de un nuevo modelo gubernamental que haga comunión con y para los ciudadanos y sus familias, las valoraciones y evaluaciones permanentes de lo que funciona, lo que no es viable y lo que pudiera estar en proceso social, hasta que se creen las condiciones básicas y necesarias para aplicar estas políticas, que en el caso de Andrés Manuel, siempre han tendido hacia el progreso comunitario, y por último y tomando en cuenta que hasta este tiempo, 2018 a. de Cristo, no hay un ser humano infalible, y que todos estamos a prueba y error, por lo que no funcione se borra responsable y oportunamente, y lo que de resultados en su plano gradual y/o integral tendrá que ser motivo de satisfacción, y más si son las familias mexicanas los beneficiarios, en fin… lo que si hay que afirmar que todo este conglomerado idealista tendrá que ser y filtrarse con los comunes denominadores de una gran conciencia social, una sensibilidad a flor de piel, con deseos sinceros de servir a México y una gran humildad y sencillez para el progreso nacional.
Ahora bien, demos rienda suelta a la alegría ciudadana tan ansiada desde hace decenios, pues a los que por profesores ilustrados y libros sabios fuimos influenciados determinante y definitivamente para vivir bajo el faro de la justicia social, la democracia como valor y la equidistancia como forma de vivir, que llanamente se le ha llamado “izquierda”, se ha esperado muchísimo tiempo, bajo la luz de muchas manifestaciones sociales, con Emiliano Zapata, Francisco Villa y los hermanos Flores Magón, como botones de la muestra, hasta los muchos partidos políticos e “izquierdosos” que han dignificado estos ideales, desde el partido comunista, en todas sus presentaciones, desaciertos y aciertos, personificados por Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Adolfo Lugo Verduzco y Heberto Castillo, gran izquierdista ilustrado, entre cientos de personajes anónimos, que no tuvieron eco ciudadano, y que en su momento fueron tachados de locos, y que en un tiempo dado se opacó por los latrocinios y arbitrariedades presidenciales, palabras que son hasta románticas, por el derramamiento de sangre que provocaron.
 Así se llegó a un nuevo y fulgurante amanecer ideológico con Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, otro gran estadista e ilustrado, Ifigenia Martínez y Rosario Ibarra de Piedra, etc. perdonando las omisiones, no por olvido sino por espacio, donde la historia ha registrado el triunfo no reconocido ni legitimado sobre Carlos Salinas… y a partir de ahí, una serie de reveses ilegítimos, bajo un ambiente pletórico de corrupción, saqueo y muerte en tiempo contemporáneo, desde Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, con el despedazamiento del PRD, avergonzando a los luchadores sociales de cepa, que cualquier mexicano puede corroborar en los anales.
Y ante este panorama histórico, se pensaba que no se lograría ver y disfrutar de un gobierno con tintes democráticos y de justicia social… pues aquí está el Lic. Andrés López Obrador alzando la mano y dignificando la figura gubernamental, bajo un nuevo enfoque integral que titula como “La Cuarta Transformación Social en México”, que no sólo se festeja abierta y contundentemente, sino que nos compromete a redoblar el esfuerzo de ser cada día mejores, desde barrer el frente de la casa hasta dignificar nuestros quehaceres en la casa, en los talleres, en las aulas, en oficinas, en las fábricas y en el campo… nos lleva a responder con hechos lo que se ha pregonado por lustros, una nueva estrella  en el camino de una gran realidad política, económica, social, cultural ,pero sobre todo, humanística.
 Es por estos motivos que hoy afirmamos, reafirmamos y confirmamos nuestra Amlo-manía, como el medio para ser personas más estudiosas y trabajadoras y mejores mexicanos. Así sea. Y por estas razones: “¡Es un honorrr, estar con Obradorrr!”.
P.D. Y como todo idealista en potencia, dando por descontado un sexenio exitoso y fructífero López-Obradorista, en su episodio 2018-2024, de una vez aventamos y vaticinamos que para el período 2024-2030, tendremos como primera autoridad a una representante femenina, en la vida y obra de Thatiana Cloutier. Amén.

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