Chilpancingo, Gro., septiembre 23 del 2018 (IRZA).- El corresponsal de El Universal en Chilpancingo, Juan Cervantes Gómez, fue víctima de un intento de privación ilegal de su libertad la noche del sábado, por un taxista cuyo auto de alquiler está marcado con el número 735, quien lo amenazó con entregarlo a un grupo del crimen organizado.
Cervantes Gómez cubrió este sábado la entrega de la presea popular “Sentimientos de la Nación” en la explanada de las oficinas del Colegio de Bachilleres (instalaciones también conocidas como Casa Cervantes), en el Centro de esta capital. Posteriormente se dirigió a redactar su información y tras concluir su jornada de trabajo decidió irse a su domicilio en la colonia Jardines del Sur, poco antes de las 11 de la noche.
Para ello decidió abordar un taxi para trasladarse a su vivienda. En el trayecto se percató que el chofer del taxi no conducía con precaución y lo hacía a exceso de velocidad, por lo que le solicitó que lo hiciera con mayor precaución, pero no recibió ninguna respuesta del conductor. Agregó que el ruletero estaba ebrio.
Al llegar a su domicilio el reportero pagó el servicio con un billete de 200 pesos y se quedó esperando el vuelto, pero el conductor del taxi (hombre joven) le dijo que le había pagado con un billete de 20 pesos, lo que provocó la molestia de Juan Cervantes, quien le reclamó su deshonestidad y le pidió que le regresara el cambio.
Para esos instantes, familiares del corresponsal de El Universal y conductor del programa de noticias “Monitor” de Radio Universidad Autónoma de Guerrero, se habían asomado desde las ventanas de su vivienda y se percataron cuando el taxista arrancó a toda velocidad con la portezuela del pasajero abierta y se llevó a Cervantes Gómez con rumbo desconocido.
Los familiares alcanzaron a ver que el taxi que se llevaba al periodista era el número 735 y mientras uno de ellos salió a buscar en su automóvil particular a ese auto de alquiler en las inmediaciones de la colonia Jardines del Sur, otros familiares solicitaron ayuda al servicio de emergencias 911.
Hasta la vivienda de Juan Cervantes llegó una patrulla de la Policía del Estado para atender el caso y se implementó un operativo para tratar de localizar al reportero.
Cervantes Gómez llegó sano y salvo a su domicilio casi una hora después de que se lo llevó el ruletero en su taxi número 735; llegó a bordo de otro taxi que lo había recogido en las inmediaciones de la colonia Rubén Mora, colindante con la Rosario Ibarra.
El reportero explicó a sus familiares que el taxista enfiló hacia la colonia Rubén Mora y que en el trayecto le dijo que lo iba a entregar “a un grupo criminal” y que empezaron a forcejear, hasta que el taxista se puso nervioso porque escuchó en el radio de su unidad, que habían reportado la privación ilegal de un reportero y que las unidades se dedicaran a buscar al responsable.
Cervantes Gómez explicó que en la parte alta de la colonia Rubén Mora el taxista detuvo la marcha y le dijo a Juan Cervantes que se bajara, para enseguida huir a toda velocidad.
El periodista decidió caminar por la avenida principal de aquella colonia hasta que encontró otro taxi a cuyo conductor le pidió que lo llevara a su domicilio en la Jardines del Sur.
Juan Cervantes dijo a IRZA que no denunciará el hecho en el Ministerio Público porque “no tiene caso” y que se limitaría a comentar en su programa de radio lo que le ocurrió.
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