TRAZOS…TIME

*A propósito de la Revolución del 20 de noviembre de 1910
*CAPAMA, más allá del bien y del mal
‘La madre Revolución fue tan sanguinaria que hasta sus propios hijos se comía ‘
(Octavio Paz)
Federico Nogueda Berdeja
Señalaban algunos historiadores pos revolucionarios que, a la Revolución de 1910, no se debería contar cronológicamente, sino el significado del movimiento, lo que combatió lo que se comió y lo que todavía pudiera estar pendiente.

El caso de Sufragio Efectivo no Reelección, lema sagrado del movimiento, se ha superado parcialmente, fue dirigido especialmente a la elección presidencial, recordando por supuesto la dictadura porfirista, tan traumática para la clase pobre o miserable, y el esplendor del desarrollo económico, industrial para la clase alta o comerciante de esa época.
La reelección en estos momentos fue superada o llegó la madurez parcialmente en los casos de las figuras del cabildo municipal, alcalde, síndico y regidor, así también para diputado local y federal, esto sólo significa un avance, a ese trauma pos revolucionario del vestigio porfirista.
No así, en el caso de los privilegios para los que han llegado al poder, de cualquier partido político, a la presidencia de la República, gubernaturas y presidencias municipales, y no se podrá negar los personajes que han puesto a sus familiares en los cargos, la corrupción, que por cierto en el porfiriato y la pos revolución no fue muy alto el índice de corrupción, más bien fue la explotación, la falta de un derecho humano.
Hay un punto en la Revolución que fue lo sanguinario con que se desarrolló, y no hacia el enemigo nada más, sino hacia el interior del movimiento, y cuando fueron gobierno, la traición por la ambición del poder, algunos revolucionarios se hicieron hacendarios, lograron obtener grandes porciones de tierras.
El caso de los sindicatos en la pos revolución fueron transparentes, conquistaron grandes demandas, hoy son sinónimo de corrupción espantosa, es decir lo que dejó la pos revolución un buen porcentaje se pudrió, con algunas excepciones de instituciones educativas y de asistencia social.
Por ello este 20 de noviembre se debe de recordar o reflexionar, en el sentido de que todavía existen asignaturas pendientes, en derechos humanos y justicia social, una parte de este movimiento parece que no ha acabado.
Antes cuando a algún funcionario le daban o conseguía un cargo público expresaba: ‘Hasta que me hizo justicia la Revolución´, a hoy ha cambiado, ahora se dice: ‘Hasta que me hizo justicia la transición’, la primera con Vicente Fox, Felipe Calderón y a hoy con Andrés Manuel López Obrador.
Aunque cabe destacar que la en la transición no significa que los principales ideales revolucionarios se cumplieron, sino pregunten a las zonas indígenas y afrodescendientes, los cinturones de pobreza de las ciudades.
CAPAMA, más allá del bien y del mal:
Toda parece indicar que por más que se desprestigie a la paramunicipal del agua en Acapulco, se le desvié recursos, se hagan tomas clandestinas, no se rehabiliten los tubos de 16 ó 20, y que en algunos casos los tubos ya parecen tecatas de árboles por lo desgastado, las bombas de distribución de agua sigan descompuestas, o no se compren nuevas para que se pueda bombear el agua por más horas.
Personajes con altos sueldos como de confianza y sindicalizados se hablan hasta de 30 y 50 mil mensuales, y la pregunta sería si se lo merecen, todo eso y demás vicios que ya conocemos pareciera que nada le hace a la CAPAMA, como que se vuelve inmune, como que todo es verdad qué me puede pasar.
Como decía el filósofo alemán Nietzsche, ‘Yo ya estoy más allá del bien y del mal’, nada me hace daño, en este caso a CAPAMA parece que nada le hace daño, a pesar de estar en un déficit financiero, que por cierto su actual director que es economista dice que está en quiebra y no en déficit, porque al final nunca quiebra, el ingreso sigue entrando, simplemente no a lo planeado.
Finalmente, a la CAPAMA le hace falta una limpia de personal de confianza y sindical, por supuesto en cuanto se tenga el recurso para hacerlo, de acuerdo a los estudios que han hecho empresas privadas y la propia CONAGUA, CAPAMA puede trabajar con cerca de 700 empleados, no así de los más de mil 500 que tiene. Y por supuesto castigar aquellos que se les compruebe actos de corrupción.
Y la reciente declaración que dio la presidenta municipal Adela Román en el Centro Acapulco, lo confirma de la locura administrativa, de infraestructura, financiera como de credibilidad que padece.

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