Aparecen dos enfermeros secuestrados en Tierra Caliente, uno muerto y otro vivo

Chilpancingo, Gro., enero 20 del 2019 (IRZA).- Dos enfermeros de la Secretaría de Salud estatal que en distintas fechas fueron privados de su libertad por civiles armados en Tierra Caliente, aparecieron este sábado, uno muerto y enterrado en una fosa clandestina y el otro vivo.

Las autoridades estatales informaron que el pasado 24 de diciembre, un enfermero de una clínica de salud de la comunidad de Tanganhuato, en el municipio de Pungarabato, región Tierra Caliente, fue privado de su libertad por sujetos armados. Este sábado fue encontrado semienterrado a orillas de un camino de terracería en las afueras de dicha comunidad.
Mientras que el enfermero Gildardo Silva Andrés, del Hospital General de Coyuca de Catalán, fue secuestrado por un grupo de civiles el pasado domingo 13 por la noche, cuando salía de su centro de trabajo.
El trabajador de este nosocomio fue liberado por sus secuestradores luego de que sus familiares pagaran una fuerte suma de dinero.
Hilario Zúñiga, dirigente del Sindicato Independiente de la Secretaría de Salud, afirmó que todos los compañeros de Gildardo Silva aportaron una cooperación económica que se destinó para el pago del rescate a sus secuestradores.
El pasado miércoles, médicos, enfermeras y personal administrativo realizaron una protesta frente a la Secretaría de Salud, en esta capital, para exigir la liberación de Silva Andrés.
Durante el mitin se pidió a las personas que tenían en su poder al enfermero que lo dejaran en libertad.
Zúñiga Escamilla señaló que en los últimos días la violencia contra el gremio del sector Salud “ha pegado fuerte”, y puso el caso de un trabajador de la farmacia del Centro de Salud de la localidad de Zumpango de Neri, quien fue herido de bala cuando se encontraba en su trabajo.
Dicho empleado murió poco después, mientras era atendido en el Hospital General de Chilpancingo.
También en la comunidad de Barra Vieja, del municipio de Acapulco, este sábado fue asesinada a balazos una doctora, cuando conducía su vehículo por la carretera federal Acapulco-Pinotepa.
Según Hilario Zúñiga, la delincuencia está “desatada” en Guerrero, y denunció que él mismo, en los últimos días, ha recibido una serie de amenazas vía telefónica.
“Aunque no sé si los que me están amenazando son los delincuentes o gente del gobierno”, externó.

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