La corrupción está acabando con el parque Papagayo


Andy García Jr/IRZA
Acapulco, Gro., enero 10 del 2019 (IRZA).- Como un lugar plagado de basura, con jaulas de animales sucias, estanques de peces sin mantenimiento y con una pésima administración, calificó al parque Papagayo el dirigente de los comerciantes asentados en ese lugar, Fernando Aguilar Lagos.
Dijo además que no hay transparencia en la aplicación de más de un millón de pesos mensuales que ingresan al parque por concepto de cuotas que pagan los comerciantes.

Estimó que hay malos manejos de tales fondos, corrupción por parte del director Mario Hernández Zamora, a quien además acusó de que no cumple cabalmente con sus funciones en ese centro de esparcimiento para turistas y lugareños, considerado como “el pulmón de Acapulco”.
Aguilar Lagos manifestó que nunca antes el parque había estado tan abandonado como ahora y que representa un foco de infección para turistas y residentes, quienes a diario realizan diversas actividades en el sitio, como ejercicios físicos.
Aguilar añadió que no sabe a dónde van a parar los recursos  (más de un millón de pesos) que ingresan al parque por el pago de los comerciantes que venden distintos productos.
Denunció que los estanques de los peces, las tortugas y los cocodrilos están sucias y con fetidez, lo que afecta la salud de los visitantes y se pone en peligro la existencia de tales animalitos.
Entre las anomalías detectadas a Mario Hernández, están la falta de cuidado a las instalaciones, pese a que asegura que el dinero se va a “gasto corriente” y que no alcanza para mantener en buen estado al parque Papagayo.
El casos que vive el parque Papagayo,  a decir de Aguilar Lagos, se debe a la corrupción que impera y que es tolerada por las autoridades correspondientes, en este caso desde el gobierno del estado.
Durante un recorrido hecho por reporteros, se observó un aviario en completa ruina, pese a que hace apenas dos años allí volaban aves en peligro de extinción como tucanes y guacamayas, entre otras especies, pero actualmente está convertido en un basurero de los restauranteros que trabajan en el parque tolerados por Hernández Zamora.
Durante dicha visita el director justificó que el millón de pesos que ingresan al parque mensualmente por concepto de cuotas de los comerciantes, además de un presupuesto con fondos considerables otorgado por el gobierno del estado,  se gastan en salarios y uniformes para los empleados, además de que, aseguró, tan sólo de luz se pagan 250 mil pesos al mes, sin embargo, la reserva ecológica no tiene alumbrado en los andadores ni estanques.
Aguilar Lagos pidió de manera urgente la atención de las autoridades, pues dijo que el parque se destruye por la ineptitud y la corrupción de los directivos, cuando antes era un verdadero “pulmón verde de Acapulco”.

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