OPINION

Por Manuel Tello Zapata.

Como una seria derrota política para el “súper” Delegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y sus diputados incondicionales, fue calificada la aprobación unánime que hiciera el pasado martes por la noche el Congreso del Estado, del Presupuesto 2019 del Gobierno estatal. 

Con un monto de casi sesenta mil millones de pesos, el nuevo presupuesto prácticamente es el mismo que envió el Gobernador Héctor Astudillo Flores al poder legislativo. De los mil 200 millones que la fracción de MORENA luchaba por aprobar para sus municipios, solamente se aplicarán 325 millones. Esto es lo que retrasó la aprobación del presupuesto, aparte de los oscuros manejos del mismo, que hiciera Pablo Amílcar.

Los diputados de las otras fracciones como Héctor Apreza Patrón (PRI) y Verónica Muñoz Parra, Presidenta de la mesa directiva, reconocieron la madurez con la que actuaron los miembros de la fracción de Morena, para la aprobación del presupuesto de egresos, con lo que se logró que este dejara la parálisis legislativa a la que ya nos tienen acostumbrados la fracción de Morena.

Sin embargo, aseguran diversas fuentes que no fue la madurez de los legisladores morenistas lo que logró la aprobación. Tuvo que intervenir directamente el Gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación que encabeza Olga Sánchez Cordero, quien instruyó al subsecretario Zoé Robledo, para que hablara con los diputados de Morena y que estos retiraran sus exigencias, aprobando de inmediato el presupuesto.

Con sus excesos de poder, Pablo Amílcar Sandoval, quien es diputado local, pero con licencia, ha logrado dividir a la fracción de Morena que de esta forma, dificultará el buen desarrollo del trabajo legislativo aunque se espera que los buenos elementos recompongan la situación. Qué bueno que lo pusieron en su lugar, desde el centro del país.

En este sentido, tuvieron que intervenir los diputados César Núñez Ramos y Rubén Cayetano, para solicitar públicamente que Pablo Amílcar tome distancia del Congreso y que no pretenda hacer de Morena, un partido de Estado.

El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, realizará mañana viernes una gira de trabajo por la región de La Montaña (Tlapa), para dar a conocer un importante programa social. Ojala se entere de lo que está provocando su delegado federal, Pablo Amílcar Sandoval, para que lo ponga en su lugar y deje de manifestar sus ambiciones de ser el próximo Gobernador. Por el momento, y lo dijo el propio AMLO, el que manda en Guerrero, es Héctor Astudillo Flores.

Por otra parte, el Gobernador ha demostrado su gran capacidad y experiencia política, al mantener una excelente relación con el Presidente López Obrador, como debe ser, y como le conviene a nuestro Estado para lograr un apoyo firme del Gobierno federal. Su relación con el gabinete de AMLO es excelente y camina por el mejor de los senderos: el del diálogo y el respeto.

REINICIO DE CLASES.

No se equivocó el Secretario estatal de Educación, Arturo Salgado Urióstegui, cuando afirmó que había condiciones para que el lunes anterior se reiniciara el ciclo escolar. Con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional que envió dos batallones para resguardar las escuelas en municipios seriamente afectados por la inseguridad, como Acapulco y Chilapa.

El regreso a clases es una realidad y solo en algunas escuelas como las de Tlacotepec y sus comunidades se retrasa el proceso, pero en todo el Estado la educación ha vuelto a la normalidad, lo cual es muy importante porque el mejor aporte social para los niños y jóvenes, es indudablemente la educación.

LOS HUACHICOLEROS.

Aunque el combate al “huachicoleo” ha generado gran escases de gasolina en diversos estados del país y ahora en la ciudad de México, provocando mucha inconformidad, lo cierto es que con el programa que impulsa Andrés Manuel López Obrador para combatir este delito, ha sacado a relucir muchas cosas que se ignoraban y que fueron toleradas durante muchos años por funcionarios administrativos y sindicales corruptos, de Petróleos Mexicanos.

En todo este tiempo se ha considerado que los huachicoleros son ciudadanos civiles que a base de abrir los ductos de combustible, se robaban la gasolina para venderla en garrafas a vehículos particulares y a algunas gasolineras. Hoy se sabe que el problema es mucho más grande. 

Funcionarios de Pemex y empresarios, se amafiaban para construir ductos irregulares con los que el robo de combustible es mucho más grande que si lo hicieran simples ciudadanos. Lamentablemente, el combate de AMLO al huachicoleo también se convirtió en millonario negocio para el Secretario de Comunicaciones y transportes, el Ingeniero Jiménez Espriú y su señora esposa, cuyas pipas transportan ahora la gasolina y han ganado hasta el momento más de siete mil millones de pesos.