OPINION

El Origen De Los Abucheos
Por Manuel Tello Zapata.
Hasta el momento una cosa está bien clara: no fue el pueblo de Chilapa ni la gente de nuestra Montaña Alta quien ofendió al Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, durante la primera visita del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador realizada el pasado viernes. Nuestros hermanos indígenas y criollos de esa región, son educados y saben reconocer las buenas acciones de los servidores públicos.

Los abucheos fueron iniciados por miembros de Morena que fueron acarreados desde Acapulco, Chilpancingo y otros municipios, por el Delegado General Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien inclusive no pudo ocultar alguna sonrisa, de acuerdo a las gráficas, durante el abucheo, que se incrementó con más gente de Morena.
El Gobernador Astudillo Flores ha recorrido en diversas ocasiones todos los municipios de nuestro Estado y jamás ha ocurrido un caso como el del viernes en Tlapa; recientemente estuvo en esa ciudad para inaugurar el libramiento carretero, y fue recibido con grandes muestras de afecto por varios miles de habitantes.
Lo real del caso es que fue un “comploj” en contra del Gobernador, para hacerlo quedar mal con el Presidente López Obrador. Pero fue el mismo AMLO quien salió en su defensa ofreciéndole inclusive una disculpa al mandatario estatal, quien supo mantener en todo momento una actitud normal, digna del Gobernador del Estado, al que unos cuantos “radicaloides” insultaron.
Lo cierto es que dichos sujetos echaron a perder, no solo el discurso del Gobernador, sino el evento del Presidente, donde dio a conocer en un amplio discurso, muchos de sus programas sociales. El que se llevaba el primer lugar en esos momentos: el apoyo a personas con discapacidad, fue opacado totalmente por la actitud grosera y cobarde de los morenistas que azuzó Pablo Amílcar.
En contraposición, el Gobernador Astudillo Flores ha estado recibiendo muchas muestras de apoyo y solidaridad por parte de políticos, ex Gobernadores, ciudadanos en general y miembros de los partidos de oposición. Sin embargo, es necesario que el Presidente López Obrador detenga en forma radical y absoluta, este tipo de ataques contra las instituciones locales, que ya se han repetido en otros estados.
Lo dijo muy claro y lo repitió en Tlapa: “La campaña ya se terminó; hay que ser respetuosos de las autoridades; no se resolverá nada con gritos y sombrerazos”. Sin embargo, Pablo Amílcar continúa en campaña, nuevamente por la gobernatura del Estado. Esa es la fuente de esta grosera agresión de sus seguidores en contra del Gobernador, quien no dejó de hacerle ver (a Pablo Amílcar), que es un generador de odio y rencor.
“Voy a regresar a Guerrero cada cuatro meses y lo haré acompañado por el Gobernador, les guste o nó”, dijo tajante López Obrador durante su discurso. Si Pablo Amílcar no lo entiende así, Héctor Astudillo sí comprende lo dicho por el Presidente y tiene la opción de asistir o no, a los eventos públicos que le organice Morena a Andrés Manuel, como seguramente lo harán todos los gobernadores que no militan en ese partido.
El Presidente López Obrador tiene la obligación moral de convencer no solo a quienes votaron por él, sino a los otros que son la gran mayoría, de que es un auténtico estadista y gobierna para todos los mexicanos. Su actitud en Tlapa fue en todo momento correcta y su discurso convincente y positivo; que lástima que ocurrieron los excesos ya bien conocidos por todos.
UNA GRAN ESTUPIDEZ.
El Gobernador del estado Héctor Astudillo Flores, enviará un paquete con documentos sobre nuestra historia y desarrollo, al supuesto ambientalista Gabriel Quadri, ex candidato presidencial por el PVEM, quien advirtió públicamente que “México sería un país con desarrollo medio, si no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas”.
La estupidez de este pseudo intelectual cae en el absurdo de un racismo peor que el de Donald Trump. Resulta extraño que un mexicano margine y ofenda de esta manera a tres de los estados que conforman nuestro país. 
Podría ser cierto lo que dice este loco peligroso, pero eso no se debe afirmar de manera pública porque lo cierto es que Guerrero, Oaxaca y Chiapas, no estarían tan atrasados de no ser porque los gobiernos federales los han marginado desde el siglo 19 hasta la fecha, con presupuestos marginales, insultantes y racistas. Punto.

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