MEMORÁNDUM

***No es buena la división
Gerardo Ruano Cástulo
Por alguna razón está bien dicho el adagio; “divide y vencerás”. No es casual, que el mismo evangelio bíblico, en voz de Jesús, convoque a la unidad, “que todos sean uno, como mi padre y yo”. En pocas palabras, la unidad es vital para alcanzar metas y objetivos. 

Por las causas que hayan sido, no le viene bien a Chilpancingo, tener un cabildo dividido. No le viene bien al alcalde Antonio Gaspar, porque dentro de los que están del otro lado, son los regidores de Morena, quienes infortunadamente, tienen un tanque de oxígeno llamado Amlo. 
No es bueno, que el presidente municipal, el de la alternancia, encabece una gestión con rupturas tan temprano. Mucho menos, que ésta se genere por cuestiones de la aprobación del presupuesto de egresos. En el que, cada edil, como en todas las decisiones del cabildo, tiene el sagrado derecho de estar a favor o en contra. 
No es bueno, que el alcalde haya intentado dar carpetazo al tema mediante un simple comunicado; reduciendo el tema, al terreno mediático y las benditas redes sociales. Espacio que ahora ocupan, quienes discrepan del presupuesto aprobado, entre ellos, una regidora de su partido. 
No es bueno, que hoy se busque devaluar a los ediles que votaron en contra y exigen transparencia, porque se aduce, en automático, que solo son buenos, quienes apoyan al alcalde; así como sucede en el ámbito nacional; donde solo se purifica a los amlovers. 
Falta buen tramo al que llaman pomposamente gobierno de la gente, y no parece acertado iniciar con fracturas. Lo que podría hablar también, de falta de tacto y oficio de un político, que no se ha caracterizado por saber mucho de la negociación política. Por ser, precisamente, un buen catalizador de la unidad. Bastaría con revisar cuántos padrinos políticos ha tenido; desde Jorge León a la fecha. 
El tema, no es que tenga contentos a los ediles; sino que no haya margen de dudas sobre la transparencia. Que no haya dudas sobre un gobierno que prometió ser distinto. 
No es bueno pues, que haya división en el cabildo de Chilpancingo. Eso no le augura una gestión sin contratiempos al alcalde capitalino. Le augura dolores de cabeza. Y más, conociendo de su temperamento...

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