MEMORÁNDUM

***Servicio; solo servicio
Gerardo Ruano Cástulo
Aún recuerdo, aquella ocasión en que fue candidato a diputado local. Le tocó competir contra la vanidad y soberbia, representada por el candidato opositor. Venía de ser síndico de la capital. No fue agraciado por la bendición de la cúpula. Su fortaleza radicaba en la enorme cantidad de amigos que había logrado acumular, en virtud de su trabajo a ras de piso.

Chilpancingo, tuvo en él, un síndico accesible. Un hombre de enorme vocación al servicio. Un personaje, que con su dedicación y entrega al trabajo, venció las inercias y alcanzó la nominación a la diputación local; empujado, si, por líderes naturales de colonias y comunidades.
Recuerdo, que ante la vanidad y soberbia del candidato de enfrente; su postura fue directa: “la pasión por servir no se compra en ningún súper mercado”. En pocas palabras, la calidad humana se forja día a día. La buena actitud se trabaja. La humildad no se gana con logros académicos.
Por algo será, que el libro de sabiduría de la Biblia, refiere que Dios no pesará títulos nobiliarios; solamente corazones. El más grande en el cielo, dice el mismo Jesús, en el evangelio bíblico, no es el que tiene más logros personales, sino quien más sirve a los demás.
La vocación al servicio, como se desprende de las enseñanzas de Osho, no están en la mente; en esa mente vulnerable ante la vanidad y la soberbia. La vocación al servicio se anida y se alimenta en el corazón. Su verdadero pilar es la calidad humana.
Lo más importante, es que la vocación al servicio, no es simplemente hacer algo por los demás o únicamente dar; como viene desde el corazón, es la generación de una gigantesca satisfacción interna; que como se podría leer de Jorge Bucay, es señal del camino a la felicidad.
Aquél síndico, de gran vocación al servicio, logró ser diputado local. Luego legislador federal. Más tarde alcalde de la capital. También fue Delegado del ISSSTE en Guerrero. Hoy funge como Secretario de Desarrollo Social del Gobierno Astudillista.
En todos los encargos, siempre está de manifiesto su vocación al servicio. Lo vemos hoy, en las audiencias. En los programas que tiene a cargo. En las gestiones que le asigna el gobernador. En suma, en el trabajo de cada día. Un hombre maduro. De magnífica estatura política. De gran calidad humana. Al que se le ve feliz, haciendo bien lo que le gusta; trabajar en el servicio público.
Ayer se le veía en la firma de convenio con la CFE, reunión encabezada por el gobernador, con la que más poblaciones se verán beneficiadas con electrificación. Ahí presentes, distintos alcaldes. 
Su labor de servicio se ve. Se palpa. Su nombre Mario Moreno Arcos.
EN TANTO. Tal y como lo comparte de manera pública, el director de administración del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerenses, Omar Salazar Flores, es sana la evaluación ciudadana de la institución. Ayer el aval ciudadano abrió los buzones de quejas y sugerencias, para dar seguimiento, en búsqueda de que el HMNG mantenga buenos niveles de atención. Atención profesional de gran calidad y calidez. Buen punto.
Y POR CIERTO. ¿Es mejor Toño Gaspar como alcalde, de lo que fue Marco Leyva?

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