ZONA CERO

*Pacificar el país ¿con quién negociar y a quién perdonar?
Roberto Santos
Es cierto que la mayoría de los mexicanos desean que se recobre la seguridad pública para poder transitar libremente por las calles y las carreteras, sin ser agredidos, asaltados, o secuestrados.
También que ya no aparezcan cada día cuerpos destrozados en las calles ni baldíos, ni mujeres secuestradas, violadas y asesinadas.

Por eso llamó la atención la propuesta que adelantara durante la campaña, el presidente Andrés Manuel López Obrador, acerca de una posible amnistía a los líderes criminales.
Y que ahora la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero anunciara que ya están en pláticas con grupos criminales para que abandonen las armas y transitar hacia la pacificación del país.
Más precisa, señaló ante medios de comunicación que “se encuentran en diálogo con distintas organizaciones a lo largo del territorio nacional”, aunque no dijo con cuáles.
“Estamos dialogando ahorita, estamos dialogando con muchos grupos, y han manifestado ya que no quieren seguir en esta violencia, que ellos quieren deponer las armas y caminar hacia la paz”, apuntó. 
Agregó que las reuniones las han tenido en Guerrero, Tamaulipas y Michoacán, y “ellos quieren caminar hacia la pacificación del país, porque ya están cansados de la violencia”.
Esta declaración pronto causó rechazo entre los gobernadores de los estados, incluido el de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, quien señaló que ese diálogo no sería de mucha utilidad debido a que estas agrupaciones responden a otros intereses.
Ambos grupos son un problema, autodefensas y agrupaciones criminales, ya que los primeros se han pasado al bando contrario.
Éstas, afirmó, “no responden a los intereses de la colectividad sino de quien les paga y les da armas, vehículos y uniformes.”
Y es cierto, porque los grupos de autodefensa o de comunitarios tienen la alta sospecha de ser pantallas de grupos de narcos –con un supuesto carácter legal que impida sean desarmadas– para controlar una región o zona para evitar que los contrarios entren a querer apropiarse de ese lugar.
Finalmente estos grupos, a excepción de la CRAC, se han convertido en un problema porque se enfrentan entre ellas, y se desplazan en distintas zonas sin que alguien les pueda poner control. 
También el gobernador Silvano Aureoles, de Michoacán, criticó la estrategia de seguridad del gobierno federal al anunciar que se han reunido con grupos de autodefensa y criminales para pacificar el estado.
Señaló que en Michoacán no hay autodefensas, hay cabecillas que se dicen llamar autodefensas pero son líderes de criminales.
Por eso criticó que les entreguen recursos a quienes quitaron las armas a la Guardia Nacional en la Huacana, donde construirán una empresa manufacturera, es decir, van a empoderar a los delincuentes, señaló el gobernador.
Aureoles manifestó claramente su rechazo a esta estrategia de seguridad consistente en ampoderar a quienes ultrajaron a los soldados, cuando lo que deben hacer es detenerlos, no llevarles dinero y apapacharlos”, opinó el gobernador de Michoacán.
Michoacán es un estado, que junto con Guerrero, se ha complicado la vida cotidiana en algunas zonas por la presencia del cartel Nueva Generación, que busca apoderarse de ambos estados, como ya lo ha hecho con otros.
Ante estas opiniones, pronto el presidente señaló que no avala estas reuniones y acuerdos, y que lo que están haciendo es buscar la pacificación del país con el apoyo de todos, especialmente con las víctimas del crimen organizado y no se hará sino hay anuencia de las víctimas.
Reconoció que la seguridad pública la tiene que garantizar el Estado y que no debe promover la creación de grupos para atender temas de seguridad porque no funcionan y generan desorden.
¿Error o solo una probadita para medir las respuestas y resistencias de la sociedad en este proyecto de beneficiar con un perdón y amnistía a quienes desean deponer las armas, pero sin ser castigados por los cientos de muertos que su accionar han dejado en las regiones que controlan?
Ya los grupos de búsqueda de sus familiares desparecidos por las bandas de narcotráfico le gritaron a AMLO que no aceptarán el perdón ni el olvido. 
Eso fue en Ciudad Juárez, emblemática por la desaparición de mujeres trabajadoras de las maquilas hace algunos años, donde el presidente de México planteo que la pacificación del país pasa por el perdón de quienes han generado violencia en el país, generando un rechazo generalizado de las familias víctimas quienes a coro gritaron “ni perdón ni olvido”, “no se puede perdonar a quienes las asesinaron”.
Veremos cuál es el camino que sigue el gobierno federal en su estrategia para pacificar al país y controlar las bandas criminales para reducir el índice de asesinatos. 
Eso es necesario para evitar enfrentamientos entre criminales, ajustes de cuentas, eliminar el cobro de cuotas, cobro de piso, extorsiones, feminicidios, secuestro de mujeres y niños para trata y venta de órganos.

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