ZONA CERO

*Antonio Helguera, su remoción para el 17 de enero
*Amílcar, sin interlocución con sus bases de apoyo
Roberto Santos
Quienes se plantearon la destitución de Antonio Helguera de la coordinación de la fracción de Morena en el Congreso local, nunca imaginaron que sería un hueso duro de roer.
A decir verdad, faltó operación política para removerlo y poner a quien encabeza la preferencia en la lista del grupo de Pablo Amílcar.

Y es que el oriundo de Iguala aprendió rápido de cómo es el tejemaneje del poder, del dinero y de los acuerdos políticos.
Le dieron dinero y poder y después quisieron quitarlo como si nada. 
Obvio que así no funcionan las cosas en política, cuando deben existir negociaciones y acuerdos. 
Si este conflicto fuera un partido de futbol, el marcador sería empate entre los grupos morenistas que cohabitan en el legislativo, con movimientos interesantes en la cancha metiendo presión al contrario.
Pero como no es una actividad deportiva, sino del manejo del poder político, queda claro que finalmente concretaron un acuerdo para que finalmente Antonio Helguera deje su cargo de coordinación y la presidencia de la Jucopo, pero antes de eso en tumbará algunas figuras importantes del grupo contrario al suyo, de donde por cierto también emergió.
Al menos eso es lo que se entiende cuando anuncia que pedirá una auditoría antes del 17 de enero, fecha en que se maneja su cambio inminente y después de que le quitara el poder de su firma al hombre de las finanzas del Congreso local.
Habrá que recordar que desde finales del año pasado, por allá de noviembre, un grupo de diputados de Morena anunciaron su remoción como coordinador de su bancada y de la Jucopo, y que esa era un decisión irreversible, de acuerdo a lo expresado en ese momento por la diputada Mariana García Guillén, quien por cierto, perfila como la sustituta de Helguera.
La moraleja de este cuento, es que la pugna por el poder entre morenistas los va a desgastar antes de las elecciones del 2021, y tras bambalinas se escuchan voces acerca del papel que están jugando en este proceso los líderes de grupo, quienes están apretando para ir con todo para hacer valer sus intereses.
Valga destacar que en este escenario hay quejas en contra del grupo compacto de Pablo Amílcar, al que señalan de haberse cerrado tanto que ha dejado fuera a varios personajes que fueron afines a su proyecto, e incluso no existe interlocución entre el delegado federal con quienes le han hecho la talacha política, quienes con incertidumbre no saben qué hacer cuando otros ya andan en la repesca política sumando bases de apoyo electoral.
Algunos prevén que sus seguidores ya buscan acomodo en el proyecto de Félix Salgado y otras en el de Walton Aburto.

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