MEMORÁNDUM

***La estrella guía del capitán
Gerardo Ruano Cástulo
Recuerdo en el texto que leí, de una biografía de Steve Jobs, aquél suceso, cuando el creador de Apple, declinó reclamar a un competidor, que supuestamente le había plagiado un proyecto. Steve estaba enfrente del hombre. Iba sumamente molesto. Dispuesto a decir palabras fuertes. Pero, después de escanearlo con la vista, sin decir palabra, dio media vuelta y se retiró.
El amigo cercano, que le acompañaba, le preguntó el motivo de su reacción. Steve expresó, que había visto un tatuaje en el brazo del hombre. La marca de los campos de concentración. ¿Qué podía detener a ese hombre? Lo que había enfrentado y sobrevivido, era digno de admiración y respeto. En el tatuaje, más que una marca, había una extraordinaria historia de vida. Un sello, del poder enorme del ser humano, para emerger de la adversidad. De la peor de las tormentas. Esa misma escena, trata de ser recreada, guardadas las proporciones, en la película “ venganza letal”, del actor conocido como La Roca. Dwayne Douglas Johnson está a punto de ser extorsionado, por el soplón, y para ejercer presión por más dinero, a cambio de la información de los asesinos de su hermano, le acompaña un tipo fornido. Realmente fornido y enorme. Así, cuando la Roca se niega a pagar más de lo acordado, el tipo fornido lo encara.   Johnson no baja la mirada. La sostiene firmemente. De pronto, el tipo fornido cambia de actitud. Su rostro se transforma. Se le ve el miedo. Sorprendido, el soplón pregunta que pasa. El tipo le señala el tatuaje en el brazo. Es el sello de un grupo élite. Hombre, con la marca especial, de una vida de extraordinarias proesas. De estar forjado en la adversidad. En las pruebas más duras. Eso me recuerda, lo que hoy se vive, en el marco de la celebración de los 75 años del SUSPEG. No se trata, de los juegos estatales, dónde se romperá el récord de asistencia. Ni de la carrera atlética, que muestra el sello distinto de trabajo y visión. Tampoco, se trata solo de la cadena de eventos especiales, que se desarrollarán en el transcurso del año. El 75 aniversario, tiene el sello especial, de una historia de vida. De una vida, con sello extraordinario. Y no habló, del cariño, que el líder estatal tiene por su pueblo, al que rinde homenaje por ser cuna de la bandera, llevando eventos de gran nivel; y que dicho sea de paso, generarán buen impacto económico. Todo eso habla, del trabajo responsable y serio que hoy se realiza en el SUSPEG. De la calidad del liderazgo de David Martínez Mastache. Pero, lo que veo en el momento histórico del sindicato, es la existencia de una circunstancia muy especial. Una historia de vida de mucha fé y esperanza. La historia de un hombre que fue tatuado por el destino. Un destino, que lo golpeó de forma muy severa. Un destino que puso frente a él, la opción de tirar la toalla o creer y caminar con la guía de la estrella del cielo. Abrazó la fe. Y el tatuaje de la fortaleza, no solo lo llevó a ganar la dirigencia del SUSPEG, sino de hacerlo con la votación histórica de más de 10 mil votos, cifra que ningún Candidato había logrado. Y el destino, lo puso ahí, en el marco del 75 aniversario de la organización sindical. Un plan, que solamente desde el cielo, se pudo haber creado. Mastache, como se le conoce con aprecio, lo dice de forma constante; que lo de hoy, es una oportunidad de vida extraordinaria. Hoy es el tiempo y el momento de trascender. Y sigue, escribiendo historia en el SUSPEG. La estrella guía al capitán del barco

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