ZONA CERO

*Día Internacional de la Mujer
Roberto Santos
Genera esperanza cuando vemos que cada vez son más mujeres las que salen a las calles a exigir fin a las agresiones en su contra, a los abusos sexuales y las desapariciones.
Este día 8, Internacional de la Mujer, cuyo origen fue un evento dramático que se remonta al mismo día y mes, pero de 1857, cuando cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York salieron a marchar en contra de los bajos salarios, que eran menos de la mitad a lo que percibían los hombres por la misma tarea.

Esa movilización terminó por ser brutalmente reprimida por la policía, con 120 mujeres muertas y a raíz de esa acción, dos años después nació el primer sindicato feminista. 
Años después vuelve a suceder un evento cruel en contra de mujeres, el 25 de marzo en 1911 en Nueva York, uno de los más simbólicos en la lucha por la igualdad, sucediendo que 123 mujeres y 23 hombres murieron en un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, la mayoría inmigrantes de origen judío e italiano. 
Los dueños cerraron las puertas para evitar robos y sin poder escapar mueren quemados.
Fue la ONU la que oficializó en 1975, el 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Si bien es cierto que hoy en México el principal reclamo es en contra de las autoridades por el alto número de feminicidios, esa no es la única bandera de lucha, pues también exigen  igualdad laboral y respeto a sus libertades, así como la demanda del derecho al aborto legal y seguro.
En estas marchas estuvieron presentes los nombres de Íngrid, Fátima y Abril, quienes se volvieron banderas en la exigencia de justicia, aunque muchas madres y padres fueron portadores de las suyas propias, cuyas hijas o hijos permanecen desaparecidos en algún municipio, carretera o levantados por alguna célula criminal.
El grueso de la protesta es la medida del hartazgo ante la violencia feminicida y de género que va incrementando alarmantemente, gracias a la impunidad imperante en la sociedad mexicana.
Al día son diez las mujeres asesinadas, 34 niñas violadas, y 11 mil niñas terminan por convertirse en madres por una violación, de acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Integral Niñas, Niños y Adolescentes.
Por su parte, las organizaciones feministas denuncian que el Estado mexicano no ha podido parar la ola de violencia en contra de las mujeres y que no existen políticas públicas para tal efecto.
Además ponen énfasis en que la misoginia no ha disminuido sino que se ha incrementado y con ella el recrudecimiento de la crueldad con que atacan y asesinan a las niñas y las mujeres adultas, en el marco del comportamiento violento de las bandas del crimen organizado.
Sin duda, los gobiernos deben trabajar para erradicar la impunidad e incrementar los niveles y mecanismos de seguridad pública, así como fortalecer las acciones que eleven la participación de los hombres en la reducción de la violencia de pareja y en el hogar, pues mientras no haga conciencia que debe cambiar su perspectiva de género para, incluso, modificar su visión sobre su masculinidad, los ataques y hostigamientos seguirán creciendo.
Es innegable que las cosas han cambiado mucho y que los hombres se hacen conscientes de que los educaron para no sentir sus emociones y los sentimientos, y que deben reprimirlos y nunca exteriorizarlos. 
Es momento de unirse para desmontar esa educación bajo los dictados del patriarcado, como orden social, cultural y simbólico, para crear un modelo de hombre más dispuesto a mostrar sus sentimientos, más equitativo, comprensivo, empático, más comprometido con la casa y la familia, etc.
Sin duda, ese modelo de hombre será benéfico para la sociedad y reducirá enormemente los índices de violencia en contra de la mujer.

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