EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ

“Todo es relativo”
Por Ramón Durón Ruíz (†)
“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo, que un prejuicio” 
Albert Einstein
Si hay un pueblo que admiro, -además del nuestro- es a la nación judía, sabios, solidarios, sufridos, hombres y mujeres de una sola pieza, a los que la adversidad puede doblar, pero nunca quebrar; hay una vieja reflexión que dice: “Los cinco judíos que más han cambiado la forma de ver el mundo fueron: Moisés, cuando dijo: “La ley es TODO”; Jesús, cuando dijo: “el amor es TODO”; Marx, cuando dijo: “el capital es TODO”; Freud cuando dijo “el sexo es TODO”; Después vino Einstein y cambio las cosas cuando dijo: “Todo es relativo”

Cada uno de ellos en su época tuvo la razón: con Moisés un mundo basado en la ley; con Cristo una iglesia fundamentada en el amor; con Carlos Marx un sistema político-económico basado en el capital; con Sigmund Freud un psicoanálisis fundamentado a través de la visión del sexo y con Albert Einstein un mundo basado en la relatividad.
Creo que así es, en esta vida todo es relativo, la riqueza y la pobreza, el poder y la miseria, la gloria y el fracaso, la vida y la muerte, el éxito o la ruina, la felicidad o la tristeza.
Hay quienes piensan que ser poderoso es tener auto nuevo, casa de lujo, dinero en la chequera y en el bolsillo, ropa de marca, relojes finos, buen trabajo; para otros, ser poderoso representa la oportunidad del servicio al prójimo, de regocijarse en la oportunidad de “dar de beber al sediento o de comer al hambriento”, de llevar aliento al enfermo terminal o ayuda a la madre soltera que carece de lo más indispensable. 
Para algunos ser exitoso es viajar por el mundo conociendo buenas gastronomías, disfrutando hoteles espectaculares y degustando finos vinos; para otros ser exitoso es vivir disfrutando a plenitud cada instante de la vida como si fuese el último, siendo feliz con lo que se es y lo que se tiene, disfrutando la magia de hacer que la vida sea un instante fugaz del cielo en la tierra.
Para algunos, la gloria es tener el poder de reunir en torno a ellos a los políticos del momento para discutir los grandes temas de la agenda mundial, revisar la carrera armamentista o las inversiones en la bolsa. Para otros, la gloria es tener la oportunidad de reunir a los suyos entorno a una mesa sencilla, gozar el arribo al hogar materno del familiar que fue en busca del sueño americano o regocijarse con la salud de los abuelos.
En verdad que todo en la vida es relativo, hay quienes “viven como si nunca fuesen a morir y mueren como si jamás hubiesen vivido”, porque fueron incapaces de dejar pintado su semblante de amor en la faena diaria, omitiendo vivir el placer que produce la aventura de la vida con sensatez o locura, con amor y con pasión, pero sobre todo con la felicidad que produce en la tarea diaria la satisfacción del deber cumplido que te conduce a estar en paz con la vida… en paz contigo mismo.
Este próximo 10 de mayo, es quizá dentro del calendario cívico de los mexicanos, la fecha con un significado más especial: El “Día de la Madre”, para el mexicano, la madre es todo, desde la picardía en el colectivo social, en donde se dice: me fue a toda m…, no vale m…, está a toda m…, se lo cargó su tiz… m…; hasta en el otro extremo cuando la llamamos madre patria o madre naturaleza.
A todas las madres del mundo, amorosamente deseo ¡Feliz Día de la Madre!, termino esta columna con unas palabras que escuché de mi maestro y amigo, Armando Fuentes Aguirre “Catón”:
“–– ¿A cuál de tus hijos quieres más? –preguntó Dios a una madre.
–– Señor –respondió ella: Al ausente hasta que vuelva; Al enfermo… hasta que sane; Al preso… hasta que recobre su libertad; Al que sufre… hasta que se sienta consolado; Al malo… hasta que otra vez sea bueno;  Al que le falta todo… hasta que no le falte nada ya; Al descarriado… hasta que retome el buen camino; Al que está solo… hasta que no padezca ya su soledad; Al triste… hasta que goce del buen sentido del humor.
Conmovido, dijo entonces Dios: 
–– No sé por qué dudan algunos que hay un Dios en el cielo… 

¡SI HAY TANTAS MADRES COMO TÚ EN LA TIERRA!” 

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