MEMORÁNDUM

***De compromiso y mano solidaria
Gerardo Ruano Cástulo
El sector educativo de Guerrero es complicado. Además del reto que implica por las condiciones geográficas y económicas, se sabe de la existencia de distintas expresiones. De ahí, lo valioso, que en el tramo reciente, se haya designado a Beatriz Alarcón Adame, como subsecretaria de educación básica. De entrada, su calidad como maestra nunca ha estado a discusión.
Conoce el trabajo en las aulas. Sabe de la mecánica y dinámica de las escuelas. Conoce de planes y programas. Y a eso se agrega, que las distintas expresiones del sector le conocen y saben de sus talentos. De ahí, que su nominación se definió como acertada. Con el paso del tiempo se confirmó en los hechos. Leal a su sello y estilo, la maestra Bety ha estado bien aplicada en sus tareas. Así ha sido durante su trayectoria laboral. Para quienes saben de su entrega y dedicación, no fue sorpresa su nominación como diputada local, desde donde, por cierto, visitó una enorme cantidad de escuelas, dejando patente siempre su mano solidaria. Ahora, con el covid-19, la situación ha demandado mayor imaginación y creatividad, que se ha visto reflejado en materiales, que Guerrero ha subido en su momento, a la plataforma de aprende en cada. Siendo buen ejemplo de trabajo y aporte para el país. El punto es, qué hay compromiso con la educación. Hay iniciativa e idea para sacar adelante las tareas, en medio de los retos que impone la pandemia. Bety Alarcón ahí está, al frente de sus responsabilidades. Y también en las tareas solidarias con la población; sirviendo, literalmente, alimentos en el comedor comunitario. Así es la maestra Bety, se le puede ver presidiendo reuniones. Escuchando a los maestros. Visitando escuelas. Y lo mismo caminar en colonias y comunidades, cerca de la gente. Sencilla y humilde. Así es, la subsecretaria de educación básica.

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