TRAZOS TIME

*El Golfito Karabalí, reflejo de un populismo mal orientado
Federico Nogueda Berdeja 
Si bien es cierto que coincido con lagunas políticas populistas, pero no todas, hay algunas que están mal orientadas y desfasadas, pareciera que sólo es con el fin de decir ‘mira soy chingón’, estoy impactando’, pero sin dar resultados.

El hecho aquí en la reflexión no es la destrucción del golfito, o la limpieza de los negocios que quitaban espacios a la playa, sabemos que ese sitio por supuesto ya cumplió su ciclo, tiempo y momento, estaba abandonado, y hasta daba mal aspecto.
El detalle aquí es no confundirse, al decir con un discurso retórico que estamos dando más espacios a las playas, ‘ya no a playas privadas’, solo fueron concesiones que quitaban espacios, no privaban a la gente de bañarse, de hecho toda la infraestructura hotelera en Acapulco quita espacio a las playas.
El puerto de Acapulco, de un humilde pueblo de pescadores salta a un polo turístico internacional mal planeado, nace bajo un caos, donde juntaron a la ciudad con la playa, no fue separado el balneario con la ciudad.
Todo se fue dando conforme lo iba pidiendo la demanda de hospedaje, sin jardines o áreas verdes, sin accesos a playas organizados, con un drenaje sanitario que nunca se planeó para que desembocara a mar abierto.
El acto de desalojar concesiones o sitios que invadían las playas, pareció más una acción populista, ¿Por qué? Simplemente esa acción no va acompañada de una planeación, estrategia, fue más a la simple intuición e idea, no va acompañada de un programa serio, que amortigüe el impacto de la acción ejecutada.
Y no me refiero a las molestas o reclamos, como protestas que se están dando, sino a que cuando una acción quita, termina o despoja algo, ya deben de tener el famoso plan B, ya debe de estar en proceso lo que vas a poner o realizar, porque sino solo dejas un vacío que va ser invadido.
Y solo esperemos cuando el puerto vuelva a brillar  en sus temporadas, esos espacios van a ser ocupados por los turistas que practican el ‘Camarena’, esos que duermen en las playas, que también son una invasión quitan privacidad.
Por ello, los actos populistas que solo impactan pero no resuelven nada, deben de ser orientados hacia un impacto económico hacia la clase media y baja, no así a un acto para solo impresionar, alzar olas porque carece de un sustento no legal, sino social o ente caso turístico.
En el puerto no encuentras una sola área verde, ya no digamos jardines digna de primer mundo, están llenas de una mezcla de zacate y pasto, la Costera carece de una imagen permanente de su vialidad sin pintada, sin barrer.
La mayoría de presidentes municipales han gobernado al puerto con políticas públicas pueblerinas, como si gobernaran a unos 150 mil habitantes, no van más allá de proyectos de primer mundo y si hay dinero para hacerlo, con una fuente de la Diana digna para tomarse una foto, se inspiraran en las fuentes de Sidney.
Pero eso si el discurso se llena con decir somos un puerto con tradición internacional, pero con políticas pueblerinas, no del nivel de conocido como merece Acapulco.
La nueva acción de desalojar las playas, porque no es un proyecto, deben de estar acompañada de contar con banquetas limpias, que la arena de la playa no invada las banquetas, que barran cada dos días, pinten, rehabiliten, eso si no sería una acción populista.

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