MEMORÁNDUM

 *** Fraternidad

Gerardo Ruano Cástulo

El momento que se vive por la pandemia del covid, no es nada sencillo. La situación de contagio es con signos de alarma. No hablamos solo de Guerrero. Es una situación nacional; y por supuesto, mundial. Fluye la información, de países que han tenido que retomar medidas más estrictas. No es para menos, el virus nos ha enseñado, que es inestable y que se encuentra fuera de control. No hay antídoto preciso. Una cura pues, que científicamente esté probada.

De las vacunas ni hablar. Experimentos aún, con resultados dudosos. Muy reservada la información del tema, porque no desean causar alarma por posibles efectos negativos o defunciones en el proceso. Eso implica, que como sociedad, se debiera tomar mayor conciencia de la realidad, para asumir con responsabilidad las tareas que nos correspondan. No es casual, que el Papa Francisco, entorno a la pandemia, haya emitido una encíclica que habla de la fraternidad. Esa hermandad, que nos debe llevar a ver, que todos vamos en el mismo barco. Me cuido, pero también cuido al prójimo. Comprender que es crisis sanitaria, pero que ha pegado en todos los ámbitos, como el económico. Ahí, no se puede ser indiferente, por ejemplo, ante la necesidad de alimento. Por eso, es bueno, que fluya ese apoyo. Como también, apelar a la reactivación económica, apoyando a los comerciantes más golpeados por la situación. Hay muchas formas de hacer realidad la fraternidad. No es un tema exclusivo del gobierno. Es de todos, porque vamos en el mismo barco. POR CIERTO, muy buena acción, realiza el arquitecto, César Armenta Adame, junto con su equipo, haciendo llegar comida caliente a colonias y comunidades, de manera itinerante. Sin duda, una obra importante en estos tiempos tan complicados. Y tal vez, algunos puedan decir, que lo hace por una aspiración política, pero ante la situación, lo peor sería que estuviera cruzado de brazos. Feo sería, que pudiendo ayudar, se hiciera de la vista gorda. Hay una necesidad tremenda en colonias y comunidades. Y hoy, más que ayer, por la pandemia, se requiere de manos solidarias. De practicar la fraternidad. Buena, muy buena acción, del jefe de la oficina fiscal del estado en Chilpancingo. Bien, lo que hace César Armenta. A PROPÓSITO, un gesto mayúsculo, es que el equipo del arquitecto, antes de iniciar la entrega, se reúnen en círculo, para hacer oración.

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