MEMORÁNDUM

 ***Tienen razones para estar felices los morenistas, de Mario Moreno

Gerardo Ruano Cástulo

Con la unción de Mario Moreno Arcos como futuro candidato del PRI; con grandes posibilidades de encabezar la alianza que el partido tricolor ha formado con el PRD, por supuesto, que los morenistas tienen razones para estar felices. Y es así, porque por primera ocasión, le conceden en justicia, de forma directa una candidatura.

La historia registra que Mario Moreno ha tenido que construir su carrera política desde territorio. Nunca desde las élites del poder. Su fortaleza ha radicado en el trabajo a ras de piso. Es producto de la verdadera cultura del esfuerzo. Ha trabajado en serio para llegar. En un camino lleno de obstáculos y escollos. Ha tenido que vencer resistencias al cambio. Ha sabido tener paciencia. Porque todo llega en su tiempo y en su momento. Los morenistas han vivido en carne propia, el rechazo por parte de la cúpula. Recordar 1999, le estaban cerrando la puerta a Mario para ser candidato a diputado local. Porque no tenía padrino político. Fue el poder de las bases, que se reveló, y lo llevo a la candidatura, y de ahí al congreso local. En 2002, le negaron la candidatura a presidente municipal de Chilpancingo, a pesar de haber ganado en todas las encuestas y ser el mejor posicionado. A cambio, lo enviaron por la diputación federal que en ese tiempo estaba en manos del PRD. O sea, lo mandaron al ruedo, contra un reto mayúsculo, que superó de manera amplia y contundente. Si, y las dos veces que fue candidato a Presidente Municipal de Chilpancingo, fueron en las condiciones más adversas. Donde el PRI lucía abajo en los pronósticos. Pero Mario, con el gran respaldo ciudadano pudo contra el Zeferinato. Y pudo también contra el efecto Obrador de 2012 en Guerrero. Es Mario Moreno, un político que ha crecido remando contra la corriente. He visto, en esa historia, los rostros de enojo. Lágrimas escurrir, ante el rechazo que la cúpula mostraba. Pero hoy la historia, es distinta. Es distinta, porque le abren la puerta a la primera. Por eso, los morenistas, los amigos de Mario, tienen razones para estar felices. Aunque, hay que decirlo, tuvo que ser, de nueva cuenta, cuando el escenario luce complicado. Lo envían de nuevo al ruedo, en circunstancias especiales. Nunca le han enviado a un camino tapizado de flores. Siempre cuando el horno arde. Pero, aún con todo y eso; los morenistas tienen razones para estar felices. Lograron algo que lucía harto difícil, por como opera la cúpula del PRI. Ahora, como bien lo ha descrito Mario Moreno, vienen retos mayores. Después de formalizarse su candidatura, viene ganar la de la alianza. Ese es el siguiente paso. Poner los pies sobre el piso e ir a sumar. No se ha ganado nada. Pero, si somos sinceros, hoy los morenistas, tienen razones para estar felices. Vaya que las tienen.

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