CIUDAD DE MÉXICO.- Si los países, incluido México, tienen éxito en la vacunación, entonces el crecimiento económico podría darnos una sorpresa y superar aquí cómodamente la tasa del cinco por ciento. El ritmo de vacunación en Estados Unidos está provocando ya una recuperación económica superior a lo previsto, y eso jalará a la economía mexicana. Si se corresponde, además, con una estrategia eficiente de vacunación doméstica, el mercado interno reforzaría el jalón externo y produciría un rebote económico superior al esperado. Dependerá de la vacunación, y que no caigamos de nuevo en el semáforo rojo.
La mayoría de los modelos econométricos tienden a subestimar el desempeño económico después de una recesión profunda. La mayoría proyectan la tendencia reciente y, por lo tanto, sobre-pesan el momento recesivo de corto plazo. La tasa de crecimiento de una economía sigue por lo general un proceso que se llama “reversión a la media”, regresa a su tasa promedio, así que una caída profunda es común que le siga una recuperación muy rápida.
A ese efecto estadístico del rebote fuerte hay que sumarle el extraordinario trabajo de vacunación que están llevando a cabo los Estados Unidos. Desembarazados de Trump, los vecinos han sacado lo mejor de sí: poner la ciencia al servicio de la sociedad, algo que les ha dado la ventaja sobre el resto del mundo durante el último siglo y medio, lo que se ha traducido que desde hace tiempo la tasa de vacunados supere a la de contagiados por un factor de varias veces, una de las condiciones para llegar a la inmunidad social que acabará con la pandemia y reducirá a la Covid a una enfermedad estacional.
Al cierre del miércoles pasado, por ejemplo, los Estados Unidos habían vacunado ya a casi 94 millones de personas, en menos de tres meses. A este ritmo nuestros vecinos alcanzarán una inmunidad social (cuando cerca del 70 por ciento de la población haya sido vacunada) alrededor de julio de este año, con lo que incluso podrían recuperar actividades como los conciertos, los eventos deportivos y las concentraciones masivas, sin temer a una reactivación de la pandemia o incrementos descontrolados de las hospitalizaciones.
En el verano entonces, los estadounidenses, con una tasa de ahorro elevada, vacunados, y deseosos de compensar el tiempo que pasaron en el confinamiento, dispararán el consumo y la inversión de su economía y para ello requerirán de un incremento en el volumen de insumos y productos de sus proveedores, el mayor de los cuales es México. El ritmo de vacunación de los Estados Unidos será factor suficiente para que la economía mexicana rebote por encima del cuatro por ciento sin ningún problema, pero los avances en la vacunación local podrían proveer sustrato para elevar ese rebote por encima del cinco por ciento sin mucha dificultad.
El secreto está en vacunar a la población vulnerable primero y rápido. Si se atiende rápido y eficientemente a la población con la mayor mortandad ante el Covid, aunque los contagios sigan entre la población no vacunada, la tasa de hospitalización y de mortandad caería quizá hasta el punto de posibilitar una reapertura muy amplia de la economía, quizá evitando tan sólo eventos masivos y aglomeraciones regulares.
Si México logra vacunar a la población más vulnerable rumbo al otoño, los últimos dos trimestres del año podrían presentar un crecimiento mucho más vigoroso de lo anticipado y construir así una tasa anual para el 2021 cómodamente por encima del cinco por ciento.
Existen muchos riesgos para este escenario: desde el catastrófico en donde una variante del covid, resistente a las vacunas, obligue a nuevos encierros, hasta una vacunación más lenta de lo necesario, o una estrategia inadecuada para la inoculación.
Las poblaciones están ya hartas del encierro, y dispuestas a asumir más riesgos de los convenientes con tal de salir del mismo. Con la población vulnerable vacunada la tentación de una normalidad anticipada puede traducirse en una última oleada de contagios y fatalidades peligrosa que anule el rebote económico. Pero si se dan los pasos seguros, el rebote de la economía mexicana, y del resto del mundo, podría sorprender a los pronósticos.
Hospitalizaciones y economía
Se observa una relación importante entre el IGAE y las hospitalizaciones diarias por COVID-19, cuando las hospitalizaciones han bajado la economía ha mejorado y esto se ha visto reflejado en el IGAE, mientras que un incremento en las hospitalizaciones ha provocado una caída en el mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario